Las instalaciones de protección contra incendios en determinados tipos de edificios requieren almacenamiento y distribución de agua hasta puntos cercanos a las zonas habitadas para su uso, en caso de un posible fuego accidental.
Dichos sistemas por definición mantienen agua estancada hasta el momento de uso. Desde el punto de vista de los riesgos de Legionella hay varios tipos de problemas potenciales listados en orden de importancia:
- La instalación contra incendios está conectada (sin protección de corte eficaz) a otras redes de almacenamiento y distribución de agua que pueden resultar contaminadas, si la bacteria se desarrolla en la red contra incendios.
- La instalación contra incendios está contaminada por bacterias del tipo Legionella pneumophila y los trabajadores y usuarios se ven potencialmente expuestos en la ejecución de pruebas hidráulicas.
- Además, los trabajadores y usuarios se ven potencialmente expuestos durante el uso de los equipos a una situación de emergencia.
Los sistemas de protección contra incendios constituye un conjunto de equipos integrados en la estructura de los edificios. La protección contra incendios se basa en dos tipos de medidas:
- Medidas de protección pasiva.
- Medidas de protección activa.
Medidas de protección pasiva
Son medidas que tratan de minimizar los efectos dañinos del incendio una vez que este se ha producido. Básicamente están encaminadas a limitar la distribución de llamas y humo a lo largo del edificio y a permitir la evacuación ordenada y rápida. Algunos ejemplos de estas medidas son:
- Compuertas en conductos de aire.
- Recubrimiento de las estructuras (para maximizar el tiempo antes del colapso por la deformación por temperatura).
- Puertas cortafuegos.
- Dimensiones y características de las vías de evacuación.
- Señalización e iluminación de emergencia.
- Compartimentación de sectores de fuego, etc.
Medidas de protección activa
Son medidas diseñadas para asegurar la extinción de cualquier conato de incendio lo más rápido posible y evitar su extensión en el edificio. En este apartado se consideran dos tipos de medidas:
- Medidas de detección de incendios, basadas en la detección de humos (iónicos u ópticos) o de aumento de temperatura.
- Medidas de extinción de incendios, que pueden ser manuales o automáticos:
- Manuales: Extintores, Bocas de incendio equipadas (BIE), Hidrantes, Columna seca.
- Automáticos:
- Agua (Sprinklers, cortinas de agua, espumas, agua pulverizada).
- Gases (dióxido de carbono).
- Polvo (Normal o polivalente).
Este conjunto de equipos e instalaciones, desde el punto de vista de la legionelosis, solo presentan riesgos aquellos equipos que acumulan agua y pueden pulverizarla en algún momento, sea en pruebas o en caso de emergencia real.
En concreto, debemos incluir dentro de las instalaciones con riesgo de legionelosis las medidas de extinción de incendios manuales dotadas de agua como las bocas de incendio equipadas (BIE) y los hidrantes.
Los sistemas automáticos dotados que emplean agua para la extinción como los sprinklers, cortinas de agua o sistemas de agua pulverizada.
La estructura de los sistemas de riesgo, en caso de instalaciones manuales como automáticas es similar. Tiene un sistema de aporte de agua, que puede ser un depósito de almacenamiento de agua y un grupo de bombas (a menudo con alimentación eléctrica autónoma) o bien una entrada directa de la red de suministro. Según los usos y dimensiones de los locales, existen exigencias reglamentarias especificas en la obligación de mantener un cierto volumen de agua almacenada para casos de emergencia.
Este hecho, es el principal riesgo desde el punto de vista de la legionelosis, se trata de mantener agua almacenada normalmente por un periodo extenso, y en un momento determinado, pulverizarla en presencia de personas.
Sistema Manual: Bocas de incendio equipadas y los hidrantes
En la fig. 1 se observa un esquema simplificado de este tipo de instalación, donde se aprecia el depósito (1), el sistema de bombeo (2) y la red de distribución de agua (3) dentro del edificio.
También se observa la conexión de los circuitos interiores al aporte directo de agua de la red pública de suministro (4). Y una posible conexión a un camión cisterna, que pudiera suministrar agua extra en caso de ser necesario (5).
Sistema Automático: Rociadores, cortinas de agua o sistema de agua pulverizada
La descripción de las instalaciones (fig. 2) es similar al caso anterior de sistemas manuales, pero aqui se incorpora un presostato (6), que envía señal a una centralita (7) que activa las bombas, (8) en caso necesario. Si se produce un incendio, la salida de agua se realiza por el elemento rociador final (9).
Terminología específica
- Boca de incendio equipada (BIE).
Equipo completo de protección y extinción de incendios, que se instala de forma fija sobre la pared y se conecta a una red de abastecimiento de agua. Esta compuesta de los siguientes elementos: manguera y soporte giratorio abatible, manómetro, válvula y boquilla lanza. - Depósito contra incendios.
Almacenamiento de agua, en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de agua de hidrantes, rociadores, BIE´s u otros elementos finales del sistema durante un tiempo determinado por las características y usos de los edificios. - Columna seca.
Conducción normalmente vacía, que parte de la fachada del edificio y discurre generalmente por la caja de la escalera. Está provista de bocas de salida en los pisos y toma de alimentación en la fachada para la conexión de los equipos del Servicio de Extinción de Incendios, que es el que proporciona a la conducción la presión y el caudal de agua necesarios para la extinción del incendio. - Detector de humo.
Dispositivos que captan la presencia de humo y cuando el valor de ese fenómeno sobrepasa un umbral prefijado se genera una señal de alarma que es transmitida a la central de control y señalización, generalmente como cambio de consumo o tensión en la línea de detección. Según la clasificación de la NTP 215 Detectores de humo (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo). Los detectores de humos se clasifican en:- Fotoeléctricos
- De haz de rayos proyectados.
- De haz de rayos reflejados.
- Iónicos
- De partículas alfa.
- De partículas beta.
- De puente de resistencia.
- De análisis de muestra.
- Combinados.
- Taguchi con semiconductor.
- Fotoeléctricos
Protocolos de actuación
En este apartado se incluyen descripciones de las características técnicas óptimas de una instalación, así como de los protocolos, condiciones de operación, etc., siguiendo las diferentes fases del ciclo de vida útil de la misma.
Fase de diseño
Los aspectos del diseño tienen el objetivo de evitar los dos principales problemas asociados a este tipo de instalaciones. Los puntos que se tendrán en consideración son los siguientes:
- Criterios de selección (características técnicas de la instalación).
- Materiales
- Capacidad de circulación del agua en el sistema
- Contaminación de otros sistemas
- Sistemas de desinfección y control de la calidad del agua.
Criterios de selección
El tipo de sistema a instalar en un edificio depende del uso (administrativo, comercial, hospitalario, residencial, etc.), las dimensiones (altura de evacuación, metros cuadrados) y las características técnicas de los locales (tipos posibles de fuegos, carga térmica, etc.)
A continuación algunos aspectos de diseño relevantes desde el punto de vista de prevención de legionelosis.
- Materiales: Que sean resistentes a la acción de los biocidas y que eviten o al menos no favorezcan la aparición de la biocapa.
- Circulación del agua en el sistema: Como criterio general es recomendable disponer de sistemas que permitan la completa circulación del agua por las redes de distribución del sistema, disponiendo, en el mejor caso de una red de recirculación completa que permita devolver el agua al depósito de almacenamiento, o en todo caso, si esto no es posible por los requisitos de funcionamiento del sistema, que disponga de un grifo de vaciado al final de cada ramal, de manera que se permita asegurar el tratamiento de toda la red en caso de ser necesario.
Las bocas de incendio equipadas de manguera podrían emplearse para realizar el tratamiento, pudiendo aprovechar cualquier operación de prueba hidráulica. Es recomendable disponer siempre de un punto de muestreo en un punto alejado del depósito o punto de suministro de agua al sistema y válvulas de drenaje que permitan vaciar la instalación por completo en caso necesario.
NOTA: El vaciado completo de un sistema contra incendios deja sin protección el edificio y puede plantear problemas en caso de incendio en ese instante, por eso se recomienda determinar que tipo de medidas de protección alternativas serian consideradas válidas. - Contaminación de otros sistemas
Los sistemas contra incendios que comparten circuitos de agua destinados a otros usos pueden resultar una fuente de contaminación ya que por su propia función, están destinados a almacenar agua estancada por largos periodos de tiempo, por ello es fundamental asegurar que las uniones de estos tipos de equipos con otras instalaciones se encuentren perfectamente protegidas. Esto se consigue con una válvula anti-retorno de bola o similar, o bien, si se desea máxima protección mediante un desconector.
Estos equipos suelen ser sistemas preintegrados que se insertan en la red y disponen de un juego de presostatos de manera que cuando la presión en el circuito “sucio” es superior a la del circuito a proteger (agua de red u otra instalación del edificio) se cierran las válvulas (1) y (2) abriendo la válvula (3) para vaciar la “T” de desaguado y permitir la completa desconexión de ambos circuitos.
Sin embargo una instalación contra incendios alimentada directamente de red, así está dotada de válvulas anti-retorno, no se puede considerar segura, desde el punto de vista higiénico.
Control de la calidad del agua
Mediante la desinfección se consigue controlar el crecimiento microbiano dentro de niveles que no causen efectos adversos.
Para el mantenimiento de la calidad fisicoquímica y microbiológica del agua en condiciones normales de operación en un sistema contra incendios debe contemplar los siguientes aspectos:
- Control de crecimiento de microorganismos
- Control de la corrosión y de incrustaciones
Los sistemas contra incendios son sistemas de almacenamiento y transporte de agua fría (normalmente con calidad de agua de consumo humano), por tanto la corrosión e incrustaciones se deben tratar como cualquier circuito de estas características.
Instalación y montaje
En esta fase se debe evitar la entrada de materiales extraños. En cualquier caso el circuito de agua debe someterse a una limpieza y desinfección previa a su puesta en marcha.
Hay que prevenir la formación de zonas con estancamiento de agua que pueden favorecer el desarrollo de la bacteria.
Mantenimiento de la instalación
Criterios de funcionamiento
La instalación contra incendios se mantiene habitualmente en condiciones de estancamiento del agua, tan solo las bocas de incendio equipadas de manguera deben abrirse una vez al año de acuerdo a los requisitos de mantenimiento del Real Decreto 1942/1993, Reglamento de instalaciones de protección contra incendios.
Revisión
En la revisión de la instalación se comprobará su correcto funcionamiento y buen estado de conservación y limpieza. La revisión general de funcionamiento de la instalación, incluyendo todos los elementos, así como los sistemas utilizados para el tratamiento de agua se realizará con la siguiente periodicidad (Tabla 1).
Se revisará el estado de conservación y limpieza general de los depósitos acumuladores, con el fin de detectar la presencia de sedimentos, incrustaciones, productos de la corrosión, lodos, y cualquier otra circunstancia que altere o pueda alterar el buen funcionamiento de la instalación.
Si se detecta algún componente deteriorado se procederá a su reparación o sustitución. Si se detectan procesos de corrosión se sustituirá el elemento afectado y, conjuntamente, se realizará, si es preciso, un tratamiento preventivo adecuado para evitar que estos procesos vuelvan a reproducirse.
Se revisará también la calidad físico- química y microbiológica del agua del sistema determinando los parámetros que se describen en la Tabla 2.
Se incluirán, si fueran necesarios, otros parámetros que se consideren útiles en la determinación de la calidad del agua o de la efectividad del programa de tratamiento del agua.
Todas las determinaciones deben ser llevadas a cabo por personal experto y con sistemas e instrumentos sujetos a control de calidad, con calibraciones adecuadas y conocimiento exacto para su manejo y alcance de medida.
Los ensayos de laboratorio se realizarán en laboratorios acreditados o que tengan implantados un sistema de control de calidad. En cada ensayo se indicará el límite de detección o cuantificación del método utilizado.
Protocolo de toma de muestras
El punto de toma de muestra en la instalación es un elemento clave para asegurar la representatividad de la muestra, en la Tabla 3 se incluyen algunas pautas a tener en consideración para cada uno de los parámetros considerados.
Hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son generales y que el punto de toma de muestras dependerá en muchos casos del diseño, las características de la instalación y otros factores que se determinarán en función de la evaluación del riesgo.
Limpieza y desinfección
Durante la desinfección se han de extremar las precauciones para evitar que se produzcan situaciones de riesgo tanto entre el personal que realiza los tratamientos como los ocupantes de las instalaciones a tratar.
En general para los trabajadores se cumplirán las disposiciones de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y su normativa de desarrollo.
El personal debe estar entrenado en los cursos autorizados para la realización de operaciones de mantenimiento higiénico-sanitario, para la prevención y control de la legionelosis, Orden SCO 317/2003 de 7 de febrero. Se pueden distinguir tres tipos de actuaciones en la instalación:
- Limpieza y programa de mantenimiento
- Limpieza y desinfección de choque
- Limpieza y desinfección en caso de brote
Limpieza y programa de mantenimiento
La limpieza y desinfección de mantenimiento tiene como objeto garantizar la calidad microbiológica del agua durante el funcionamiento normal de la instalación.
Se corresponderá con los programas de tratamiento especificados en el reglamento para las instalaciones de menor probabilidad de proliferación y dispersión de Legionella.
Puede realizarse con cloro o cualquier otro tipo de biocida autorizado, sistemas físicos o físico-químicos de probada eficacia.
Para mantener la calidad físico-química y microbiológica del agua de un sistema contra incendios dotado de un depósito donde se puede instalar un sistema como el descrito en la figura 4.
Artículo publicado en la revista Seguridad Minera n° 95.
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