Tras décadas como referente en un sector estratégico como el carbón, ahora se centra en los servicios energéticos y el medio ambiente. De esta forma, Hunosa también se posiciona a nivel internacional dentro del campo de la geotermia con agua de mina, un área en la que el grupo empresarial tiene como objetivo ofrecer a clientes externos servicios de consultoría para el desarrollo de este tipo de proyectos.
Dentro de esta estrategia de impulso a la energía geotérmica, en concreto para el aprovechamiento del calor del agua con la que se inundan las minas, Hunosa continúa llevando a cabo diversas acciones encaminadas a dar a conocer en los mercados exteriores su experiencia en este campo, avalada por el éxito de los ‘district heating’ (calefacción de distrito) de los pozos Barredo y Fondón -este último en fase de desarrollo-, con la puesta en marcha de sendas redes de calor para el suministro de calor, a determinadas áreas urbanas, de Mieres y Langreo.
La actividad económica entorno al carbón quedó en el recuerdo, pero no la infraestructura que se levantó a su paso, que busca nuevas oportunidades en un contexto de descarbonización. Ahora las principales líneas de negocio de la renovada Hunosa se centran en la promoción económica y apoyo a la empresa como motor de desarrollo del territorio; la oferta de suelo industrial y portal inmobiliario de parcelas, viviendas, edificios singulares y otras propiedades; la comercialización de maquinaria y equipos de la actividad extractiva; y como centro de formación del ámbito industrial, minero, nuevas energías, seguridad y otras materias laborales.
El ‘district heating’ de Barredo ha incorporado al servicio energético al edificio principal del campus universitario de Barredo, a un instituto de educación secundaria y a dos edificios de 250 viviendas. Tras el desarrollo de su segunda fase la red alcanzará una potencia total cercana a los 6MWt.
La eficiencia y los buenos resultados de las iniciativas de Hunosa han despertado el interés de empresas europeas interesadas en replicar estos proyectos en emplazamientos similares en sus respectivos países.

Geotermia: calefacción, refrigeración y agua caliente
Una vez ha cesado la actividad minera todas aquellas zonas que anteriormente se desaguaban para poder desarrollar la actividad, pasan a inundarse de forma natural, convirtiéndose este laberinto de galerías y zonas colapsadas (Correspondientes a los huecos que quedan una vez se ha explotado la capa de carbón) en un gran embalse subterráneo.
Las condiciones físicas, como la profundidad (recordemos que la temperatura aumenta con la profundidad, la estanqueidad o el aislamiento proporcionan una determinada cantidad de calor al agua acumulada. Esta elevada temperatura así como el volumen de agua que se maneja hace que el agua de las minas sea idónea para su aprovechamiento geotérmico.
Como recuerda Felipe González Coto, director de Energía, Desarrollo de Negocio e Innovación de Grupo Hunosa (SEPI), en la Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Geotermia (Geoplat), la generación de calefacción, refrigeración, e incluso electricidad a partir de geotermia, resulta una opción energética viable en España, como los demuestran proyectos en funcionamiento a lo largo del territorio.
“La geotermia dispone de capacidad de aportar al mix energético español una energía renovable sólida y versátil con gran potencial para contribuir a las políticas de mitigación del cambio climático que se implementen en España”, afirma González Coto. Además, “esta tecnología genera empleo asociado a un modelo productivo basado en instalaciones renovables altamente eficientes”.
Paradójicamente, el recurso geotérmico asociado a la actividad minera es un recurso renovable creado de manera artificial. En su estado natural, en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana no existen grandes acuíferos. El gran desarrollo minero, que comienza en el siglo XIX, crea una intrincada red de fisuras, galerías y talleres que modifican totalmente el estado natural del terreno.
Una vez que se decide el cierre de la explotación comienza la etapa de inundación. Este proceso de llenado se produce hasta que se alcanza una cota de seguridad que hay que mantener con un bombeo perpetuo. “Y en eso radica una nueva vida de las antiguas explotaciones mineras: el aprovechamiento del calor de esas aguas bombeadas, como es el caso del Pozo Barredo”, explica el representante de Hunosa.
El proyecto geotérmico de Pozo Barredo en Mieres, pionero en Europa, se planteó para aminorar los altos costes económicos derivados del mantenimiento de las actividades de bombeo de agua en los pozos sin actividad. “Se trata de una solución innovadora, un ejemplo de economía circular que crea, a partir de un problema, una fuente de riqueza y recurso sostenible, como así lo ha demostrado el premio otorgado por la IEA en octubre de 2019 en Reykjavik, en sus premios anuales de excelencia, en la categoría de nuevos mercados emergentes”, manifiesta González Coto.
Según el directivo de Hunosa, “esta instalación representa el mayor complejo geotérmico de España basado en el aprovechamiento de las aguas de mina para la climatización de edificios que, por sus características tanto en caudal, como en temperatura y calidad, las hace susceptibles para este tipo de usos”.
Y, en base a eso, “se trabaja para desarrollar y extender esta línea de negocio en otros municipios de Asturias, incluso más allá de nuestras fronteras, poniendo a disposición de otras entidades internacionales su conocimiento y experiencia”, concluye González Coto.
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