El Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) publicó una guía de buenas prácticas para la minería y la biodiversidad. Uno de los puntos desarrollados es la integración de la biodiversidad en el desarrollo de proyectos, explicando cada proceso desde la perspectiva del cuidado al medio ambiente.
Todos los proyectos mineros parten de la exploración, una etapa en la que el impacto sobre la biodiversidad es limitado aunque puede aumentar a medida que avanzan los trabajos. «Aún en esta primera etapa es muy importante comprender las interacciones a largo plazo con la biodiversidad. En la fase de exploración, las empresas deberían comenzar comprendiendo la importancia general de la zona donde realizan la exploración, revisando las disposiciones legales relacionadas con la biodiversidad y haciendo un mapeo de las áreas protegidas», recomienda la guía.
Es en la etapa de prefactibilidad donde es importante desarrollar un pleno entendimiento del contexto de la biodiversidad de la zona del proyecto. La guía recomienda realizar los siguientes pasos:
- Identificar las áreas importantes para la biodiversidad, independientemente de que estén o no protegidas, o el estado de las zonas y especies protegidas.
- Revisar inicialmente las posibles alternativas de trabajo minero (mina subterránea versus superficial, por ejemplo), procesando opciones y productos de desecho, demandas de agua, opciones de rocas residuales o almacenamientos de cola y considerando los méritos de cada uno, desde el punto de vista técnico, económico, ambiental (incluyendo la biodiversidad) y social.
- Evaluar de manera preliminar los posibles impactos, tomando en cuenta los plazos posibles de desarrollo.
Ya en la etapa de factibilidad, los pasos mencionados para la etapa de prefactibilidad deberían revisarse y actualizarse a la luz de una información más detallada del diseño, una evaluación más profunda de la biodiversidad y otros asuntos ambientales y sociales. «En esta
etapa se realiza una importante inversión para entender plenamente las interfases entre el proyecto propuesto, la biodiversidad y las opciones posibles para evitar impactos adversos, así como incrementar la protección o conservación de la biodiversidad», señala la guía.
Por último, la construcción representa el período de mayor alteración ambiental y social del ciclo de vida de un proyecto minero. «La construcción de rutas de acceso y otra infraestructura linear del proyecto puede impactar significativamente la biodiversidad. Esta situación puede derivar en el aislamiento o fragmentación del hábitat, con un impacto significativo sobre la biodiversidad», reza el documento. Por otro lado, el despeje de la tierra tiene un impacto directo por la destrucción del hábitat, aunque puede e influir en la supervivencia de especies exóticas de plantas y animales.
Deja un comentario