Editorial de la edición N° 98 de la revista Seguridad Minera. Sobre campañas y el camino hacia una cultura de seguridad proactiva en el trabajo
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MINTRA) y la Municipalidad Distrital de Miraflores en Lima lanzaron la campaña “Cero accidentes de trabajo”. Se trata de una iniciativa que incluye la realización de inspecciones a obras de construcción a fin de verificar si los operarios u obreros cuentan con los implementos de seguridad necesarios, así como el cumplimiento del Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo.
El lanzamiento de la campaña incluyó la realización de una exhibición de implementos de seguridad usados por los operarios y una demostración de cómo se deben usar los elementos de seguridad y protección. Además, personal especializado y un equipo de obreros de construcción simularon el rescate de una persona atrapada en un edificio.
Sin lugar a dudas, la campaña del MINTRA es importante, considerando que en el distrito miraflorino existen unas 300 empresas que están ejecutando obras de construcción y muchas de ellas sin cumplir las debidas medidas de seguridad, según información proporcionada por la municipalidad. Una campaña importante pero que no es suficiente, pues las nuevas construcciones, desde edificios de vivienda hasta centros comerciales, se extienden a muchas más localidades en todo el país.
Si se tomara como referencia que, como resultado de las inspecciones realizadas por el MINTRA de enero a junio del presente año, 302 empresas tuvieron infracciones en materia de seguridad y salud en el trabajo, podría estimarse que a nivel nacional el número de empresas infractoras es mucho mayor. De allí que se requiere de una mayor promoción de la cultura de seguridad en el trabajo.
El desarrollo de una cultura de seguridad sobrepasa los límites de una campaña. Se trata de un objetivo que tomará tiempo, requiere dedicación y exige el compromiso en todos los sectores sociales, políticos y productivos del país, si deseamos ubicarnos entre los países con alto respeto a la vida de los trabajadores.
Las acciones que las diversas organizaciones del Estado las empresas impulsen, para lograr un bajo índice de accidentabilidad en el trabajo e ir configurando una nueva cultura de seguridad, debe incluir entre otras acciones la promoción de la cooperación dentro y entre los equipos de trabajo disciplinados, por supuesto el cuidado del prójimo y el desarrollo de un gran orgullo organizacional en el contexto de un país que viene creciendo sostenidamente.
Esperamos que la instalación del Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, instancia máxima de diálogo social en seguridad y salud en el trabajo, en el cual participan representantes de los gremios empresariales, de las centrales de trabajadores y del Estado, permita redoblar los esfuerzos por construir una cultura de seguridad proactiva.
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