La aplicación de medidas específicas para prevenir las lesiones y dolencias de los trabajadores en la industria de la fundición depende del reconocimiento de los riesgos principales y de la anticipación de las lesiones y enfermedades, las dolencias y los incidentes.
Entre los peligros de orden físico se encuentran las vibraciones y las radiaciones inonizantes y no ionizantes, detalla la OIT en su documento Repertorio de recomendaciones prácticas sobre seguridad y salud en la industria del hierro y del acero.
1. Vibraciones
La exposición de los trabajadores a vibraciones peligrosas reviste principalmente la forma de:
- Vibraciones globales del cuerpo que son transmitidas a este por una superficie en la que se apoya y que está vibrando, como suele ocurrir en todas las formas de transporte y en las actividades en que los trabajadores se encuentran cerca de maquinaria industrial que vibra.
- Vibraciones transmitidas a las manos que se comunican al cuerpo y que tienen su origen en diversos procesos en que los trabajadores deben aferrar o accionar con las manos o dedos instrumentos vibrantes o partes de mecanismos que vibran.
Los límites de exposición deberían establecerse de acuerdo con los conocimientos e información disponibles actualmente a nivel internacional.
Evaluación de riesgos
En aquellos casos en que los trabajadores u otras personas están expuestos con frecuencia a vibraciones transmitidas a las manos o a vibraciones transmitidas a todo el cuerpo, y en que las medidas habituales no logran eliminar la exposición, los empleadores deberían evaluar las situaciones de peligro y el riesgo que entrañan las condiciones descritas para la seguridad y la salud de estas personas, y establecer medidas de prevención y control para suprimirlas o reducirlas al nivel más bajo posible, empleando todos los medios que resulten adecuados.
Con el objeto de prevenir los efectos perjudiciales de las vibraciones para los trabajadores, los empleadores deberían:
- identificar cuáles son las fuentes de las vibraciones y las tareas que pueden dar lugar una mayor exposición;
- solicitar el asesoramiento de la autoridad competente por lo que se refiere a los límites de exposición y a otras normas que han de aplicarse;
- solicitar el asesoramiento del proveedor de vehículos o equipo en relación con la emisión de vibraciones por estos, y
- en caso de que este asesoramiento sea incompleto o de valor incierto, disponer que el personal técnicamente reconocido lleve a cabo mediciones, aplicando los reglamentos y normas pertinentes y los conocimientos más recientes de que se disponga.
La medición de las vibraciones debería servir para:
- cuantificar el nivel y la duración de la exposición de los trabajadores y comparar estos valores con los límites de exposición establecidos por la autoridad competente o por otras normas que han de aplicarse;
- identificar y caracterizar las fuentes de vibraciones y los trabajadores expuestos;
- evaluar la necesidad de imponer controles técnicos de las vibraciones y de otras medidas adecuadas, así como las condiciones de su aplicación efectiva;
- evaluar la eficacia de determinadas medidas de prevención y control de las vibraciones, y
- en la medida de lo posible, determinar las frecuencias de resonancia.
La evaluación debería servir para precisar cuáles son las distintas formas de manejo de las herramientas que vibran y determinar, en particular, si:
- resulta posible eliminar la utilización de herramientas que comporta un riesgo elevado;
- se ha impartido a los trabajadores formación suficiente para la correcta utilización de las herramientas, y
- existen medios técnicos para mejorar la utilización de las herramientas.
Con el fin de establecer medidas de prevención y control adecuadas, la evaluación debería tomar en consideración:
- la exposición al frío en el lugar de trabajo, que puede favorecer la aparición de síntomas del denominado «dedo blanco» (síndrome de Raynaud) en quienes están expuestos a vibraciones;
- las vibraciones que se transmiten a la cabeza o a los ojos, así como la vibración de los indicadores y monitores, que pueda afectar la percepción de la información que proporcionan, y
- las vibraciones transmitidas al cuerpo o a las extremidades que puedan afectar la manipulación de mandos y dispositivos de control.
Estrategias de control
Capacitación e información
Los empleadores deberían velar por que los trabajadores que estén expuestos a riesgos importantes de vibración reciban:
- información sobre las situaciones de peligro y los riesgos que comporta la utilización prolongada de herramientas que vibran;
- información sobre las medidas que los propios trabajadores pueden tomar para reducir los riesgos, en particular las relativas al ajuste adecuado de los asientos y a las posturas corporales en el trabajo;
- instrucciones para la manipulación y utilización correcta de las herramientas de mano, que han de empuñarse en forma relajada pero segura, y
- estímulos para dar cuenta de la aparición de signos como la coloración blanca de los dedos, la sensación de entumecimiento o la parestesia, sin que ello sea pretexto para actos de discriminación injustificados, contra los cuales deberían preverse recursos en la legislación y la práctica nacionales.
Aislamiento, sustitución y controles técnicos
De conformidad con la legislación y la reglamentación nacionales los fabricantes deberían:
- indicar los valores de vibración de sus herramientas;
- modificar los procesos, a fin de evitar el uso de herramientas o instrumentos vibratorios;
- suministrar información que permita controlar las vibraciones mediante una correcta instalación;
- evitar las frecuencias de resonancia de los distintos componentes de la maquinaria y el equipo, y
- utilizar en sus productos, en la medida en que sea factible, empuñaduras antivibratorias.
Al comprar equipo y vehículos industriales, los empleadores deberían verificar que los niveles de vibración a que se expondrán los usuarios sean conformes con los reglamentos y normas nacionales.
Cuando se siga utilizando maquinaria antigua, deberían localizarse las fuentes de vibraciones que presenten un riesgo para la seguridad y salud y hacerse las modificaciones apropiadas aplicando las técnicas y conocimientos más recientes en materia de atenuación de vibraciones.
Los asientos de vehículos, inclusive los integrados a instalaciones fijas, deberían diseñarse de manera que minimicen la transmisión de vibraciones al conductor u operador y permitan una postura de trabajo ergonómicamente satisfactoria.
Cuando los trabajadores estén expuestos directa o indirectamente a las vibraciones transmitidas a través del suelo o de otras estructuras, las máquinas fuente de vibraciones deberían estar montadas sobre dispositivos aislantes (soportes antivibratorios), instalados siguiendo las instrucciones del fabricante o diseñados y manufacturados según las normas internacionales reconocidas en materia de instalaciones y equipo.
La maquinaria y las herramientas que vibren deberían ser revisadas periódicamente, dado que los componentes desgastados pueden provocar un aumento de los niveles de vibración.
En aquellos casos en que la exposición a las vibraciones pudiese provocar lesiones si se continúa trabajando durante un período más prolongado, y en que no sea factible reducir las vibraciones, el trabajo debería reorganizarse de tal manera que se prevean períodos de descanso o de rotación en el trabajo suficientes para reducir a niveles seguros los valores generales de exposición.
2. Radiaciones ionizantes
Las radiaciones ionizantes se producen por una escisión de los átomos. La energía que se desprende en este proceso cobra varias formas, cada una de las cuales tiene una longitud de onda, una frecuencia, una energía y una fuerza de penetración característicos. Los rayos alfa, beta y gama producen energía suficiente para modificar la estructura de otros átomos y se califican por ello como radiaciones ionizantes.
Toda exposición a radiaciones ionizantes debería mantenerse al nivel más bajo posible. Hay pruebas de que los daños causados por este tipo de radiaciones pueden ser permanentes, de que con ello aumenta sustancialmente la frecuencia de cáncer y de que algunos tipos de tumores malignos se han originado como consecuencia de la exposición a dosis incluso bajas de radiaciones ionizantes.
Descripción del peligro
Los materiales con niveles de radiación superiores a los del ambiente normal proceden en especial de centrales eléctricas nucleares, desechos militares, materiales radiográficos, radiografía industrial, isótopos médicos u otro material de investigación, etc. La exposición a estos materiales puede causar graves enfermedades, entre otras, cáncer.
Otras fuentes de peligro potencial comprenden medios luminosos, detectores de gases y humos, uranio empobrecido procedente de reactores de aviones fuera de servicio, desechos procedentes de operaciones de perforación en alta mar y tuberías o conductos utilizados en las industrias de extracción, que se mencionan como «materiales radiactivos que se encuentran en condiciones normales». La inhalación de polvo de hornos, cuando este contiene partículas radiactivas, puede causar enfermedades mortales.
Estrategias de control
Aislamiento, sustitución y controles técnicos
Los empleadores que reciben desechos reciclados deberían contar con equipo de detección de radiaciones.
Los proveedores deberían verificar que poseen sistemas que les permitan asegurar que los productos que ofrecen están libres de contaminación radiactiva. La autoridad competente debería determinar las condiciones o modalidades para el reciclado del material de desecho radiactivo.
Todo material que suscite sospechas de que es radiactivo debería aislarse, y se deberían seguir estrictamente los planes para su eliminación adecuada conforme lo dispuesto por la autoridad competente.
Controles de prácticas y métodos de trabajo
En las operaciones de reciclado en gran escala se debería controlar la radiactividad del material que ingresa antes de permitir su entrada en la fábrica.
Toda empresa de reciclado debería adquirir el material de desecho por conducto de proveedores fidedignos.
No se debería manipular ningún material que merezca duda en cuanto a su nivel de radiactividad y su eliminación debería dejarse a cargo de un servicio competente. Se debería pedir de inmediato consejo a la autoridad competente en lo que respecta a su manipulación y eliminación.
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