El primer objetivo de la limpieza es la higiene y consiste en eliminar una superficie que retiene microorganismos. En ese sentido, un programa de limpieza debe identificar las distintas labores que se deben realizar para ese objetivo. En general, un programa de limpieza debe tener en consideración lo siguiente:
- Los colaboradores que lleven a cabo los trabajos de limpieza deben estar debidamente capacitados en los procedimientos establecidos para cada área.
- Todos los productos de limpieza y desinfección serán aprobados previamente a su uso.
- Todos los productos de limpieza y desinfección deberán estar rotulados y contenidos en recipientes destinados para tal fin.
- El detergente no limpia solo, precisa de una acción de mecánica al aplicarlo sobre una superficie a limpiar.
- Más producción no significa necesariamente más limpieza ni limpieza más rápida; se puede, incluso, conseguir el efecto contrario.
- No deben mezclarse productos en general, pues hay productos incompatibles cuya mezcla puede ser peligrosa (lejía y amoníaco no deben mezclarse nunca).
- El elemento mecánico de la limpieza lo compone el conjunto de operaciones físicas (frotamientos) que el operario realizará sobre el producto a desprender la suciedad y retirarla de la misma.
Tipos de limpieza
La limpieza puede ser manual (en la que se utiliza la franela, escoba y mop, etc.), en la que se emplea el esfuerzo físico; o por medios mecánicos (aspiradora y pulidora, etc.), es decir, máquinas específicas.
Hay otro tipo de clasificación de limpieza, según sea:
- Limpieza periódica: vidrios y aspirado.
- Limpieza de mantenimiento: planificación
- Limpieza especial: cuando no se puede hacer todos los días.
- Limpieza de desinfección: se realizará periódicamente conforme al Plan de Limpieza.
Procedimientos de limpieza y desinfección
Limpieza general
Diariamente se procederá a la limpieza general del lugar del trabajo, por lo cual se recomiendan los siguientes pasos:
- Recolectar la basura de los cestos.
- En todo proceso de limpieza se deben recoger y desechar los residuos de producto, polvo o cualquier otra suciedad adherida a las superficies.
- Preparar la solución con la que se procederá a limpiar.
- El paso siguiente es enjabonar o aplicar la solución previamente previamente preparada a las superficies a limpiar, esparciendo la solución con una esponja, cepillo o franela. ‡
- Una vez que toda la superficie esté en contacto con el jabón diluido o la solución preparada, se procede a restregar las superficies eliminando completamente todos los residuos que puedan estar presentes en ellas. Muchas veces estos residuos no son visibles, por esta razón la operación debe ser hecha concienzudamente, de modo que toda el área que está siendo tratada quede completamente limpia.
- El enjuague al final se hace con agua limpia y una franela de modo que el agua arrastre totalmente el jabón o la solución preparada.
- Después de este enjuague se debe hacer una revisión visual para verificar que ha sido eliminada toda la suciedad. En caso de necesitar se debe hacer de nuevo un lavado con jabón o con la solución preparada hasta que quede la superficie completamente limpia.
Una vez finalizada, se deberá:
- Dejar todos los productos utilizados y equipos de trabajo en el lugar previamente asignado para ello.
- Comprobar un buen estado,nitificando cualquier anomalía al responsable inmediato o procediendo a su reparación, sustitución o subsanación, si corresponde.
- Depositar los desperdicios o residuos en los envases habilitados para ello.
Limpieza de suelos
Se realiza mediante el barrido húmedo,técnica muy rápida en el mantenimiento de suelo medianamente sucio. Este tipo de barrido trata de eliminar el inconveniente del barrido seco tradicional: el de levantar polvo.
En el barrido húmedo, el polvo de la se recoge por medio de un trapo húmedo cuya finalidad no es la de mojar el suelo, sino el hacer que el polvo quede adherido a dicho trapo sin levantarse de la superficie. Para que este tipo de barrido resulte eficaz debe realizarse,predeterminadamente, sobre suelos lisos o protegidos.
Limpieza de baños
En primer lugar se abrirán las ventanas para ventilar el área. A continuación se retiran las toallas sucias y se vacían los cestos de basura. Para limpiar los lavabos se usará un detergente o desinfectante o quita sarro o germicida, eliminando la suciedad con agua y secando bien para que no queden marcas de agua.
Nunca deben usarse productos ni elementos que puedan rayar la superficie. La taza del inodoro debe frotarse con una escobilla, utilizando un agente limpiador. A continuación se limpiará el asiento, la cisterna (en caso de existir) y la parte exterior del inodoro. En caso de que llegue a formarse sarro en el fondo del inodoro se emplea el producto específico para eliminarlo. A la vez que se limpian los sanitarios se limpiarán también espejos y griferías, etc.
Los grifos deben limpiarse con un paño empapado en agua y detergente. No debe usarse ningún producto o elemento que pudiera rayar el cromado de los mismos. Si tienen manchas de cal producidas por el agua, se eliminarán con un detergente ácido o con un poco de vinagre. Se comprobará que los desagües se encuentran limpios y sin pelos y que el agua corra sin dificultad a través de ellos. En caso contrario deberá utilizarse un destapa caños. Tanto los grifos como las cisternas deben cerrar perfectamente ya que el goteo continuo es un desperdicio de agua y produce manchas en la porcelana que resultan muy difíciles de quitar.
Los espejos se limpian con un paño suave que no deje pelusa o con papel celulosa y agua. Todos los dispensadores de jabón, papel o toallitas se limpiarán con un paño húmedo y detergente, secándose bien y reponiendo los vacíos. Se terminará la limpieza de los baños de servicio fregando el suelo desde el fondo del mismo, en dirección a la puerta. Se utilizarán detergentes adecuados al tipo de material empleado para el suelo.
Aspectos básicos de orden y limpieza
Con el fin de gestionar correctamente este procedimiento es imprescindible facilitar la sensibilización, formación, información y participación de todo el personal para mejorar los procedimientos de trabajo, fomentar la creación de nuevos hábitos, implantar lo establecido y responsabilizar individualmente a mandos medios y superiores, así como al personal operativo, en el éxito de conseguir un entorno agradable y seguro en el centro de trabajo. Para ello se actuará mediante acciones fundamentales, estableciendo, promoviendo, cumpliendo y vigilando la aplicación de las siguientes recomendaciones.
- Eliminar lo innecesario y clasificar lo útil.
- Se facilitarán los medios para eliminar lo que no sirva, dotando de los cestos adecuados que faciliten su eliminación selectiva. • Se actuará sobre las causas de acumulación de cosas innecesarias
- Acondicionar los medios para guardar y localizar el material fácilmente
- Se guardarán adecuadamente las cosas en función de quién, cómo, cuándo y dónde se halla de encontrar aquello que se busca. Cada sitio de guarda estará concebido en función de su funcionalidad y rapidez de localización.
- Se habitúa al personal a colocar cada cosa en su lugar y a eliminar lo que no sirve, en el contenedor adecuado, de forma inmediata.
- Evitar ensuciar y limpiar después
- Eliminar selectivamente y controlar todo lo que pueda ensuciar.
- Organizar la limpieza del lugar de trabajo y de los elementos clave con los medios necesarios.
- Aprovechar la limpieza como medio de control del estado de los útiles de trabajo.
- Favorecer el orden y la limpieza
- Se procurará que el entorno favorezca comportamientos adecuados y seguros.
- Se procurará que el entorno facilite la evacuación del personal ante una eventual situación de emergencia.
- Se subsanarán las anomalías con rapidez.
- Se normalizaran procesos de trabajo acordes con el orden y la limpieza.
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