A inicios del presente siglo, científicos, autoridades de gobierno, representantes de empresas y de organizaciones no gubernamentales se reunieron en Córdova, España, para analizar la seguridad de la gestión de desechos radioactivos. El debate estuvo orientado a buscar soluciones viables que controlen los impactos a futuro. El Director de Seguridad Radiológica y de los Desechos de la OIEA, Abel Gonzalez, reseña algunas de las ideas en discusión.
Selección del emplazamiento para instalaciones de gestión de desechos radiactivos. Es importante lograr la confianza del público como elemento muy importante para progresos en la selección de emplazamientos para repositorios. Un proceso de selección de emplazamientos que brinde a las partes interesadas la oportunidad de participar desde el principio en un proceso bien definido y transparente proporcionaría mayores oportunidades de éxito.
La comunicación eficaz con el público es un elemento importante para crear y mantener la confianza y promover contribuciones significativas al proceso de adopción de decisiones. Los especialistas técnicos tienen que expresar las cuestiones complejas de la gestión de desechos en términos claros y comprensibles para todas las partes interesadas. Los medios de comunicación también pueden ayudar en esta labor, pero la Conferencia reconoció que los periodistas trabajan bajo sus propias presiones.
Disposición final de desechos radiactivos de actividad baja. Los repositorios cerca de la superficie para desechos radiactivos de actividad baja e intermedia procedentes de centrales nucleares, se utilizan en numerosos países, donde han sido aceptados tanto por la esfera política como por el público. En este caso, puede suponerse razonablemente que el control institucional evite la intrusión durante el limitado período que ha de transcurrir hasta que la mayor parte de la actividad de los desechos haya disminuido por desintegración.
Debido a los grandes volúmenes de desechos radiactivos naturales (NORM) procedentes de la minería y tratamiento de uranio (así como de otras industrias que procesan NORM), la única opción de disposición final económicamente viable es en la superficie o cerca de ella.
Aunque las concentraciones de radiactividad no son altas, los radionucleidos en los desechos de la minería y tratamiento son de períodos sumamente largos, y, por lo tanto, las instalaciones de disposición final cerca de la superficie para dichos desechos requerirían el control institucional «a perpetuidad» pata evitar la intrusión humana.
Para la mayoría de los tipos de disposición final de desechos, el control institucional es uno de los elementos de un sistema de defensa en profundidad; en realidad, en el caso de la disposición final geológica, su principal finalidad sería proporcionar garantías, más que contribuir a la seguridad. En el caso de los desechos procedentes de la minería y tratamiento, puede ser la única línea de defensa viable para el futuro. Las cuestiones de este tipo rebasan el escenario puramente técnico, y requieren amplias deliberaciones con un espectro mucho más amplio de personas para elaborar soluciones realistas que puedan ser objeto de amplio apoyo.
Disposición final geológica. La disposición final geológica profunda de desechos radiactivos de actividad alta plantea una serie de problemas de seguridad y éticos. Debe realizarse de modo seguro, tanto ahora como en el futuro, y la actual generación tiene que tener presentes las necesidades y la seguridad de las futuras generaciones.
Las cuestiones clave que deben considerarse son, entre otras: la demostración de la seguridad de la disposición final geológica profunda de desechos radiactivos de período largo y el logro de la aceptación del público y un compromiso al respecto; la seguridad y sostenibilidad del almacenamiento superficial a largo plazo, las repercusiones para la seguridad del establecimiento de almacenamientos subterráneos de materiales recuperables hasta que se proceda a la disposición final, y las ventajas de las instalaciones internacionales o regionales de disposición final para ayudar a pequeños países y limitar el número de emplazamientos de disposición final.
La selección del emplazamiento de repositorios tiene dimensiones locales, nacionales e internacionales. Es preciso proporcionar explicaciones sobre la necesidad de la disposición final, así como sobre los criterios conexos y los requisitos del proceso, tanto a nivel local como nacional. Aumentar la confianza del público a nivel local es una etapa importante en cualquier proceso de selección del emplazamiento de instalaciones de disposición final.
Almacenamiento perpetuo. El almacenamiento perpetuo de desechos radiactivos no es una práctica sostenible y no ofrece solución alguna para el futuro; más bien, es una fase intermedia en la gestión integrada de los desechos radiactivos. Aunque el almacenamiento vigilado, recuperable y pasivamente seguro de desechos puede lograrse durante décadas, deben realizarse progresos hacia el establecimiento de la disposición final.
El almacenamiento no debe utilizarse como un «compás de espera» sin final; siempre existirán avances que pueden esperarse en el futuro, y el incentivo y la determinación de proceder a la disposición final podrían perderse, lo que sin un control eficaz podría conducir a un comportamiento degradado con respecto a la seguridad y a perjuicios ambientales. El almacenamiento a largo plazo no es un proceso sencillo ni barato y que requerirá el control institucional por un organismo con los conocimientos, experiencia y recursos financieros necesarios. Las investigaciones han indicado que el almacenamiento puede seguir siendo seguro durante muchos decenios, siempre que se mantenga el control. No obstante, aun cuando los adelantos tecnológicos contribuyesen a la viabilidad del almacenamiento seguro durante largos períodos, las cuestiones relativas al mantenimiento del control institucional podrían ser un factor limitativo.
Recuperabilidad de los desechos que han sido objeto de disposición final. Se reconoce ampliamente que ciertas disposiciones explícitas en el diseño y construcción de repositorios geológicos para la recuperabilidad de los desechos son un medio importante de promover la confianza del público en la posibilidad de mantener los desechos radiactivos en condiciones de seguridad, y de evitar opciones de las que se excluyan a las futuras generaciones.
Ahora bien, esto debe lograrse sin comprometer la seguridad a largo plazo del repositorio, y no se debería suprimir el requisito de evaluar la seguridad e idoneidad a largo plazo de éste, antes de que comience la colocación de desechos. Es importante tener en cuenta que mientras se mantenga la recuperabilidad será necesario el control institucional para proteger al público y al medio ambiente. Dichos controles deberían estipular las salvaguardias nucleares necesarias para repositorios que contengan combustible gastado u otros materiales fisionables.
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