La International Cooper Association y la consultora ambiental Gradient publicaron la edición 2021 de la guía «Orientación técnica para la clasificación del cobre metálico según el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS)». En esta oportunidad, revisaremos la sección dedicada a las clasificaciones de riesgos físicos.
El cobre metálico no está clasificado para ningún peligro físico según el GHS. El documento evaluó las propiedades físicas y químicas básicas del cobre metálico según el tamaño de partícula y el área superficial. El cobre masivo se define por un tamaño de partícula superior a 1 mm y una SSA menor o igual a 0,67 mm2/mg. El polvo de cobre se define generalmente por un tamaño de partícula inferior a 1 mm y una SSA superior a 0,67 mm2/mg.
Para efectos del GHS, los investigadores realizaron pruebas con un polvo de cobre fino representativo con un tamaño medio de partícula de 10 µm.
Los resultados arrojaron que el cobre masivo y el polvo de cobre no están clasificados para los siguientes peligros físicos aplicables del GHS: explosividad; sólido inflamable; sustancias y mezclas que reaccionan espontáneamente; sólidos pirofóricos; sustancias y mezclas que experimentan calentamiento espontáneo; sustancias y mezclas que, en contacto con el agua, desprendan gases inflamables; sólidos oxidantes; corrosivo para los metales; o explosivos insensibilizados.
En la siguiente tabla podrás consultar el resumen de los criterios de valoración y detalles sobre las decisiones de clasificación de peligros. Se consideró que los ocho criterios de valoración restantes del peligro físico del GHS (gases inflamables, aerosoles, gases oxidantes, gases a presión, líquidos inflamables, líquidos pirofóricos, líquidos oxidantes, peróxidos orgánicos) no eran aplicables a las formas de cobre metálico evaluadas.
De acuerdo con las recomendaciones de OSHA, la forma más adecuada de determinar si un material debe clasificarse como un peligro de polvo combustible es haciendo pruebas según los estándares de la American Society for Testing and Materials (ASTM). La clasificación del polvo combustible, por lo tanto, puede basarse en el tamaño de las partículas. Si bien el polvo de cobre puede cumplir con la definición de tamaño de partícula de polvo combustible, los datos experimentales sobre el cobre (es decir, de la base de datos GESTIS-Dust-EX; IFA, 2016) no respaldan la inclusión de este material como un peligro de polvo combustible.
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