La minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) tiene una presencia importante en la extracción de metales como el oro. Se estima que el 20% de este producto proviene de dicha actividad. Adicionalmente, un reciente análisis de la firma estadounidense Dynacor Gold Mines precisa que este tipo de minería produce entre 30 y 38 toneladas de oro por año.
Con el fin de enfocar la atención sobre las condiciones de desarrollo propicio del sector MAPE, la organización internacional Solidaridad lanzó el proyecto REVALORO, el cual promueve la participación de los trabajadores de la MAPE en espacios de trabajo con diversos actores para impulsar la formulación e implementación de políticas públicas y privadas, así como modelos de negocio que permitan el desarrollo responsable e inclusivo del sector.
«Somos conscientes que esta actividad en muchas ocasiones se encuentra en subsistencia y enfrenta problemas como su impacto negativo en el medio ambiente, los conflictos sociales y las condiciones laborales precarias. Estas situaciones deben abordarse y deben ser puntos de mejora para que la MAPE sea una actividad económica responsable y al desarrollo rural», precisa Mauricio Winkelried, gerente del Programa de Minería en la organización Solidaridad.
En el marco del primer año del proyecto REVALORO, se realizará la presentación del estudio de línea base «Realidades y Expectativas de la MAPE en el Perú: un análisis cualitativo de las voces, percepciones y anhelos de los protagonistas de la Minería Artesanal y Pequeña Escala». En este se precisan cuatros puntos críticos que deben ser atendidos para que se mejore la situación de las mineras artesanales y de pequeña escala, estos son:
- Formalización: los desafíos logísticos, burocráticos y técnicos han traído como consecuencia que, hasta inicios del 2022, solo el 11% de los 90.000 mineros inscritos para iniciar el proceso de la formalización hayan culminado dicho trámite. La oficialización de la labor que realizan las mujeres es aún más retador debido a que no se reconoce el «pallaqueo» (selección manual de mineral) como una forma de minería en la normativa oficial. El cierre de esta brecha permitiría que se brinde mejores condiciones laborales e ingresos para los mineros artesanales, aunque no resolverá toda la problemática del sector.
- Condiciones laborales: muy pocos mineros artesanales cuentan con contratos de trabajo o reciben beneficios como seguro médico. La precariedad en el sector se debe principalmente a la incertidumbre de las operaciones MAPE y a que existen actividades incompatibles con los estándares de contratos y beneficios tales como el «pallaqueo» y «cachorreo».
- Aspectos económicos: los trabajadores y las organizaciones de la minería artesanal y de pequeña escala tienen dificultades para acceder al sector financiero formal. En muchas ocasiones esto los empuja a buscar financiamiento en el mercado negro con riesgos legales y pagos inflados o arbitrarios. Además, son impedidos de gozar de beneficios tributarios a los que sí acceden las grandes y medianas empresas mineras. El poder de negociación de los mineros disminuye cuando son informales debido a que no cuentan con estatus para negociar precios justos con compradores formales.
- Organización gremial: los trabajadores MAPE perciben que el Estado únicamente fiscaliza, reprime y sanciona, además de que no cuentan con incentivos concretos o beneficios para su formalización. Les resulta difícil mantener un diálogo constante y constructivo con representantes estatales debido a la inestabilidad y divisiones frecuentes en los gremios, el alto número de organizaciones existentes y los diversos intereses representados de forma desorganizada.
La investigación profundiza en cada una de estos aspectos y detalla sus principales retos y ventajas. En base a ello y mediante este estudio, Solidaridad busca que se visibilicen estos problemas para que a medida del tiempo se generen soluciones reales que generen valor.
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