En el mundo se evidencia diversos modelos de gestión basados en el cambio de comportamientos y hábitos de los trabajadores. Ello es muy bueno para corregir culturas corporativas en favor de la prevención de riesgos, pero parece insuficiente para cambiar la cultura del ser humano. Se evidencia entonces una necesidad de enfocar la cultura de prevención de riesgos con la cultura de los trabajadores y la de su entorno como su familia, amigos y círculos de influencia.
Un ejemplo de los avances en Perú es el Sistema Integrado de Gestión de Riesgos SIGER, el cual está patentado en el Instituto Nacional de la Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) que se adecua a los diferentes sectores productivos como la minería, pesca, construcción, electricidad. Se puede implementar de forma integral o por módulos. Además se encuentra alineada a las normas internacionales como OHSAS 18001, ISO 14001, ISO 9001 y SA8000.
El objetivo general del SIGER es lograr el aumento de la cultura de prevención y, por ende, la disminución de los accidentes y enfermedades en base al incremento de la autoestima de las personas. Al desarrollar el valor de la autoestima en las personas, el SIGER incentiva que crezca el valor del autocuidado y disminuyan los eventos no deseados (accidentes y enfermedades entre otros).
La autoestima está relacionada en proporción directa con el autocuidado. Si elevamos la autoestima, elevaremos el autocuidado y disminuiremos los accidentes y enfermedades.
¿Y qué es cultura?
Para completar la conceptualización de la cultura, Schein señala tres niveles presentes en la cultura organizacional. Un primer nivel es el nivel de “artefactos”, que se refiere a todo lo que se siente y observa al entrar en contacto con una cultura. Son elementos visibles y claros, cuyo significado profundo no siempre se comprende en los primeros contactos. La expresión “artefacto“ está utilizada en su sentido antropológico, como cualquier elemento material visible que permite identificar a una cultura, es así que ritos, historias (mitos) y otros aspectos visibles se identifican en este nivel.
El segundo nivel comprende los valores, los estándares de conducta, los ideales, las normas de grupo, los principios morales y las premisas básicas de trabajo. Cuando se indaga con referencia al significado de los objetos del primer nivel, en general la explicación conduce al segundo nivel.
El tercer nivel es el de los “supuestos subyacentes” e incluye lo que sostiene y está detrás de los valores. Incluye creencias profundas y la explicación de las inconsistencias y los fenómenos, lo inconsciente, lo que se da por sentado, los hábitos de percepción, pensamiento y sentimiento. Constituye la fuente última de los valores. La cultura organizacional incide en la productividad y en la satisfacción laboral de sus integrantes y explica en gran medida el comportamiento de las organizaciones.
El largo plazo
Pensar en el largo plazo para implementar una cultura de prevención es uno de los factores claves para el inicio de cualquier plan. La cultura se desarrolla en diversas etapas y a lo largo de un camino trazado en el tiempo que puede tomar varios años para percibir un cambio notorio en la misma.
El problema mayormente es que las empresas y países no están dispuestos a trabajar para el largo plazo y buscan resultados inmediatos a problemas trascendentales. En este sentido, basta señalar una pregunta para entender: ¿Cuántos gerentes planifican y desarrollan acciones a 20, 10 o siquiera 5 años?.
Parece que el día a día nos gana y trabajamos solo para alcanzar los objetivos anuales en base a indicadores y metas que pueden cambiarse varias veces para llegar a la cifra planteada a como de lugar. El desarrollo a largo plazo amerita pasar por distintas etapas, dentro de la madurez de la empresa y su compromiso con la seguridad y salud.
Educando a los niños en prevención
En el año 2012, una compañía de seguros hizo un programa piloto de desarrollo de cultura de prevención para niños de 2 a 6 años. Se escogió un centro educativo inicial del distrito de Pueblo Libre-Lima, llamado Villa Magdalena.
El objetivo era probar la recepción tanto de las autoridades del centro educa tivo, los docentes y los alumnos (niños en etapa preescolar). Se escogieron los valores de la autoestima y autocuidado a través de dos representaciones: un cuento y una obra de teatro.
El cuento tenía una línea gráfica lúdica, muy visual y colorida. Incentivaba a los niños a tener cuidado en casa para no provocar incendios, accidentes y secuestros. Los niños participaban activamente y estaban muy entretenidos con el relato.
La obra teatral se tituló: “Peter Pan en el país de la prevención” y se contrataron los servicios de actores profesionales, a quienes se les explicó cuál era el objetivo y se coordinaron los arreglos para resaltar la prevención, autoestima y autocuidado.
Al finalizar estas dos intervenciones se pudo lograr una buena recepción de los alumnos, los maestros y directivos del centro educativo. Se evidenció una gran capacidad de aprendizaje de los alumnos a temprana edad y se comprobó que el instinto de cuidado es algo inherente al ser humano sin importar que tan jóvenes sean.
Nuestros pescadores, líderes en prevención
Tecnológica de Alimentos Sociedad Anónima (TASA) es una empresa peruana que cuenta con una gran flota pesquera. Viene haciendo un gran esfuerzo por implementar una cultura de prevención a todos los miembros de su organización.
Ha implementado diversos programas de conductuales y de motivación para cambiar la forma de trabajar de los pescadores, los cuales venían de una cultura prácticamente informal en donde las lanchas y barcos pesqueros trabajan bajo su propia cuenta y a su propio riesgo, con el único objetivo de conseguir la cuota de pesca en la temporada.
TASA fue más allá de ver solo la producción del mar que le interesaba para su cadena productiva y asimiló a todos los pescadores con un sueldo fijo mensual a través de su propia planilla. Dentro de este esquema se les brindó formación y soporte a nivel individual y de equipo a todo su personal de flota. Es así como este año contrató a la Alianza de Profesionales en Prevención de Riesgos (APPER) para realizar la primera parte de los programas: Seguridad Basada en el Compromiso y Liderazgo y Coaching en Seguridad y Salud.
El primer programa tiene como finalidad hacer entender a cada trabajador que los cambios en su comportamiento deben darse por cuenta propia y por una decisión voluntaria. De nada sirve que demos estímulos externos para cambiar sus hábitos y costumbres si ellos no están convencidos de que la seguridad es un valor que deben adoptar por su propio bienestar; es aquí donde el programa de liderazgo y coaching los ayuda a crecer como buenos trabajadores, pero sobretodo como buenas personas.
Choferes manejando su propia conducta
Una de las mayores causas de las fatalidades en el mundo son los accidentes de tránsito, el Perú no es la excepción y cada año mueren aproximadamente 3,500 personas por este motivo. El manejo defensivo es una buena herramienta para evitar accidentes pero si no se complementa con una política empresarial alineada con la seguridad vial, no sirve de mucho.
En este sentido APPER diseñó un programa de “Manejo preventivo con enfoque en la mejora conductual”, el cual cuenta con una herramienta de observación que fue diseñada para que usarse entre los mismo choferes. El éxito del programa radica en hacer entender a todos los choferes que las observaciones no tienen fines punitivos ni de sanción, por el contrario, reforzarán los hábitos y costumbres de manejos seguros y corregirán las actitudes no tan seguras.
Es así que la empresa Duke Energy implementó este programa recientemente en su unidad operativa de Carhuaquero ubicada en el departamento de Cajamarca. Los resultados fueron sorprendentes, los mismos choferes manifestaron su conformidad con este enfoque conductual, el cual les sirve “no sólo para el trabajo, sino para su vida diaria”. Los participantes también señalaron que “nos sentimos muy cómodos y atentos en todo momento, pues sentimos que aprendíamos algo valioso”. Los comentarios evidencian que se estaba empezando en el cambio del estilo de vida de los choferes de esta empresa.
Autocuidado y autoestima siempre presentes
En todos los casos, ya sea con niños o adultos, las intervenciones que se propusieron y ejecutaron mantuvieron como ejes centrales al autocuidado y la autoestima. Una sociedad con autoestima alta evidencia tener menos accidentes y enfermedades, pues también tiene un alto nivel de autocuidado.
En los programas implementados en las empresas TASA y Duke Energy (ambas líderes en su rubro) se enfocó el autocuidado desde los tres axiomas que lo cubren:
- Cuídate a ti mismo.
- Cuida al resto.
- Déjate cuidar.
El enfoque se dio desde la perspectiva de una persona que vive y respira seguridad 24 horas al día y los 7 días de la semana, de tal forma que este valor traspasa las fronteras de lo estrictamente laboral y beneficia el entorno de los trabajadores en todo momento.
Los trabajadores se vuelven entonces en líderes en seguridad y salud que irradian la prevención en todos los sentidos. Descubren que ellos son lo más importante en la organización empresarial y toman la decisión de quererse más y, por ende, cuidarse más, con lo que la cultura de prevención comienza a implementarse en su entorno.
Conclusiones
El desarrollo de la cultura preventiva en base del autocuidado es un proceso de largo plazo y se da mejor en las empresas e instituciones que tienen planes de sostenibilidad. En la primera etapa, las personas se muestran resistentes al concepto de la autoestima, pues le afecta directamente a su parte interna e intimidad.
Sin embargo, las reacciones posteriores son muy positivas, pues al sentir la preocupación de otras personas por el bienestar personal los individuos se sienten mejor y colaboran con la propuesta de elevar su autoestima.
Es fundamental que la alta dirección crea que la cultura de prevención le dará una ventaja competitiva en el mercado y más allá, logrará la excelencia en sus procesos y operaciones en un ambiente sin accidentes ni enfermedades.
La participación de todos los grupos de interés (empresas privadas, públicas, aseguradores, Estado, ONG, etc.) ayudará a dar mayor cohesión al desarrollo de la cultura de prevención en toda la población.
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