El relator especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio saludable de la ONU, David R. Boyd, sostuvo que la intoxicación de la Tierra se intensifica mientras el problema es ignorado por la opinión pública.
«Mientras la emergencia climática, la crisis mundial de la biodiversidad y el COVID-19 acaparan los titulares, la devastación que la contaminación y las sustancias peligrosas causan en la salud, los derechos humanos y la integridad de los ecosistemas sigue sin suscitar apenas atención. Sin embargo, la contaminación y las sustancias tóxicas causan al menos nueve millones de muertes prematuras, el doble del número de muertes causadas por la pandemia en sus primeros 18 meses», señaló Boyd.
Una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación, una cifra que triplica la suma de las muertes por sida, malaria y tuberculosis y multiplica por 15 las muertes ocasionadas por las guerras, los asesinatos y otras formas de violencia.
El mayor contribuyente ambiental a las muertes prematuras es la contaminación atmosférica con unos siete millones de víctimas cada año. La exposición a sustancias tóxicas aumenta el riesgo de muerte prematura, intoxicación aguda, cáncer, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, entre otros cuadros clínicos.
Cabe precisar que una cuarta parte de la carga mundial de morbilidad se atribuye a factores de riesgo ambientales evitables. Por ejemplo, el plomo se sigue utilizando de forma generalizada a pesar de que se conoce desde hace tiempo su toxicidad y sus devastadoras consecuencias para el desarrollo neurológico en la infancia.
«Las empresas deberían actuar con la debida diligencia en materia de derechos humanos y medio ambiente y respetar los derechos humanos en todos los aspectos de sus operaciones, pero asegura que hay innumerables ejemplos de empresas que violan el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible generando contaminación o exponiendo a la población a sustancias tóxicas», sostuvo Boyd.
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