Escrito por Nicolás Polo. En el extremo sur del Perú, a 52 kilómetros de la ciudad de Tacna, se encuentra la mina Pucamarca, una operación de tajo abierto de la empresa Minsur. Allí, además de cumplir con los requisitos legales y ambientales para extraer oro a más de 4500 msnm, la seguridad en el trabajo ha mantenido un importante y positivo desarrollo, incluso durante su construcción y desde el inicio de producción en enero del 2013.
El liderazgo de la alta dirección ha sido el punto de partida indispensable para superar las siete millones de horas hombre sin accidentes incapacitantes. La gerencia garantiza la dotación de recursos, equipos y planes de acción, pero también entrega la responsabilidad de la seguridad a los líderes de área.
Las áreas de mina, mantenimiento y planta asumen la prevención de accidentes con objetivos e indicadores propios. La seguridad es un factor clave para el éxito de su gestión. La comunicación horizontal y abierta entre trabajadores y superintendentes tiene un impacto positivo y eleva el nivel de seguridad en cada área. «De esta manera eliminamos los filtros y nos permite actuar antes de que algo ocurra», señala Luis Arana Suárez, superintendente de mantenimiento.
Para que los trabajadores cuenten con un ambiente de trabajo seguro, Minsur ha desarrollado un sistema de gestión de seguridad y salud propio, incluyendo estándares corporativos para cada una de sus labores. Se trata de un esfuerzo que, sumado a la automatización y uso de tecnología, reduce la exposición del personal a los riesgos, y apunta a crear una empresa minera de clase mundial en seguridad laboral y salud ocupacional.
Compromiso diario
Uno de los lemas más difundidos en la organización es ‘En seguridad, todos los días empezamos de cero’. Una frase que resume un enfoque compartido tanto por trabajadores como por supervisores y gerentes. «A pesar de que superamos las siete millones de horas hombre sin accidentes incapacitantes, no podemos confiarnos porque las cosas pueden cambiar», advierte Ricardo Begazo Torres, superintendente de seguridad. Los trabajadores asumen el reto reevaluando su acciones y entorno, como si en realidad un accidente mortal hubiese ocurrido.
«Creo que la cantidad de horas sin accidentes incapacitantes se debe a la concentración de los trabajadores en su labor y que son conscientes de cómo un accidente puede afectar a su familia”, manifiesta Alfredo León Salvador, técnico mecánico de Ferreyros que lleva tres años en Pucamarca, tras indicar que siempre se habla de seguridad en todas las minas, pero que se ha demostrado que en Minsur la seguridad está por delante de la producción.
Los trabajadores utilizan diversas herramientas de gestión en sus labores. La Identificación de Peligros, Evaluación de Riesgos y Control-IPERC, el Análisis de Trabajo Seguro-ATS y los Procedimientos Escritos de Trabajo Seguro-PETS son aplicados todos los días.
La comunicación en campo facilita un tránsito seguro principalmente en el área de mina, donde los vehículos livianos necesitan coordinar su circulación y evitar accidentes con maquinaria pesada.
Cuando una desviación es detectada por un trabajador puede reportarla. «Para todo tipo de trabajo tenemos un procedimiento. Previamente, hacemos ajustes o correcciones si observamos una condición insegura e informamos directamente al supervisor del área», precisa Jhon Maldonado Meléndez, operador que lleva cuatro años trabajando en la mina.
Los reportes son una señal del compromiso con la seguridad. También lo es la aplicación del “Derecho a decir no” frente a una situación que el trabajador considera de evidente peligro. Jorge Ramos Mamani, técnico multifuncional de planta, afirma que «estamos en la obligación de no realizar tarea si identificamos que existe una alta probabilidad de que ocurra un accidente. El ‘derecho a decir no’ es una herramienta fundamental que nosotros tenemos». En Pucamarca, la negativa al trabajo ocurre en promedio dos o tres veces al mes y la gerencia reconoce públicamente a los trabajadores que ejercieron ese derecho.
Una de las actividades que más impacto tiene en los trabajadores es la parada de seguridad. Durante durante una hora, generalmente el fin de semana, se analizan los incidentes que ocurren en cualquier operación de Minsur u otra empresa minera. Al ser eventos con similar potencial de daño en Pucamarca, se proponen medidas para que no ocurra. «Las continuas paradas de seguridad nos han permitido elevar la cultura de seguridad porque participa todo el personal”, comenta Braynner Sarmiento La Torre, ingeniero metalurgista.
Un segunda familia
Las empresas contratistas se integran a la cultura de seguridad de Pucamarca. Cada 15 días, sus supervisores exponen el desarrollo de las herramientas de gestión que emplean, además de explicar cómo lideran las inspecciones, observaciones y verificaciones del ciclo de trabajo. Igualmente, participan en los reconocimientos que la empresa otorga periódicamente.
Una docena de contratistas brindan diferentes servicios y sus integrantes son parte activa de la capacitación, inducción específica y seguimiento para evitar accidentes, principalmente en el caso de colaboradores nuevos. «No existe distinción. Todos somos Pucamarca. Creo que eso nos motiva a trabajar cuidándonos unos a otros. Somos como una segunda familia», asegura Nelly Quispe, trabajadora que proviene de la comunidad, miembro del Comité de Seguridad y auxiliar de medio ambiente y permisos.
Adecuarse al nuevo Reglamento de Seguridad y Salud en Seguridad -D.S. 024-2016-EM- es uno de los retos que viene afrontando la operación. La certificación OHSAS 18001 que posee ha facilitado el proceso porque la documentación se encuentra ordenada. Al mismo tiempo, se vienen realizando capacitaciones para todo el personal.
La gestión de seguridad tiene como desafío eliminar los eventos con alto potencial y las atenciones de tipo primeros auxilios. Algunas acciones están dirigidas a invertir más en controles, reimpulsar las denominadas Reglas por la Vida y otorgar más reconocimientos a los trabajadores con comportamientos seguros.
Jorge Luis Acosta, técnico electricista en mantenimiento y representante de los trabajadores en el Comité de Seguridad, explica que «la empresa está orientando sus esfuerzos hacia la motivación y unión entre compañeros. Como grupo es más fácil resolver algo, porque sabemos que tenemos un compañero nos dará su ayuda». El objetivo es vivir la seguridad como un valor.
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