La salud mental en el entorno laboral ha emergido como un aspecto crucial dentro de las estrategias de bienestar integral de las empresas. A pesar de la creciente conciencia sobre la importancia de la salud emocional, el estrés y los problemas psicológicos siguen provocando altos niveles de absentismo y, en ocasiones, el abandono del lugar de trabajo.
Amaia Rodríguez, Clinical Corporate Psychologist de ifeel, destaca para la página Equipos&Talento que, aunque un 40% de los españoles reporta una mala salud mental, la búsqueda de apoyo psicológico continúa siendo un tema tabú. Rodríguez subraya que la resistencia a buscar ayuda a menudo se relaciona con factores como el género, la edad y el entorno rural, y añade que, para fomentar el uso de los servicios de atención psicológica en el ámbito laboral, es esencial garantizar un entorno seguro y confidencial.
Un estudio de Obertament en 2023 revela que el 90% de las personas con problemas de salud mental no se sienten capaces de hablar abiertamente sobre ello en el trabajo, y el 52% oculta la razón real de su ausencia laboral debido a problemas psicológicos. Susana Golmayo, técnica de Proyectos de salud mental y estigma en el ámbito laboral, señala que el miedo a las repercusiones en la carrera profesional y la falta de confidencialidad son barreras significativas. El autoestigma, o la internalización de prejuicios, también juega un papel crucial en la dificultad de acceder a estos servicios, lo que puede derivar en problemas para la empresa, como un mayor absentismo y rotación.
Carlos Toni, Senior Manager de Stimulus, propone la creación de indicadores para relacionar problemas de salud mental con KPI operacionales dentro de las empresas, facilitando así la visibilidad y operativización del bienestar mental. Toni subraya que sensibilizar a los empleados es importante, pero que también es necesario diseñar organizaciones que protejan a los trabajadores de riesgos potenciales y fomentar comportamientos específicos que generen cambios reales a lo largo del tiempo.
En conclusión, para abordar efectivamente la salud mental en el ámbito laboral, las empresas deben no solo sensibilizar a sus empleados, sino también desarrollar estructuras y procesos que protejan y apoyen el bienestar emocional. La confidencialidad y la eliminación del estigma son claves para fomentar un entorno en el que los empleados se sientan seguros al buscar el apoyo necesario. Implementar estrategias efectivas y medir su impacto ayudará a crear una cultura organizacional que valore y promueva la salud mental.
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