La urgencia de un enfoque integral en la gestión del riesgo de fatiga y somnolencia, especialmente en sectores críticos como la minería y el transporte, fue abordada por Fernando Peñafiel, Director Médico Nacional del Centro Médico del Trabajador en Chile, en la jornada “Avances en exámenes psicosensométricos” organizada por el ISEM.
Peñafiel destacó que aproximadamente el 40% de la población mundial sufre trastornos del sueño, siendo las apneas del sueño una de las más preocupantes. Estas apneas pueden llevar a consecuencias graves, como enfermedades cardiovasculares, disminución de la atención y concentración, y un aumento en el riesgo de accidentes laborales y de tránsito. En Chile, un informe de Carabineros indica que el 66% de las muertes en accidentes de tránsito están relacionadas con la somnolencia y la fatiga del conductor.
La fatiga no solo afecta la salud individual, sino que también tiene un impacto directo en la productividad y la seguridad laboral. Los trabajadores fatigados son menos productivos, tienen una mayor tasa de accidentes y enfermedades, y generan costos médicos más altos para las empresas. Peñafiel mencionó que las empresas que implementan programas para gestionar la fatiga pueden ahorrar hasta 3,000 dólares por empleado anualmente.
El especialista propone un enfoque integral que incluye la evaluación y tratamiento de la apnea del sueño y la promoción de la higiene del sueño. Este enfoque debe incluir identificación de la población trabajadora que se beneficiará del programa; implementación de un programa de vigilancia médica que incluya charlas educativas, apoyo psicológico, nutricional y actividad física; uso de herramientas como el cuestionario Stop-Bang y la polisomnografía para detectar trastornos del sueño; y capacitación a los trabajadores sobre los riesgos de la fatiga, la higiene del sueño y el manejo de sustancias que pueden afectar el rendimiento.
La implementación de un programa integral no solo busca reducir la tasa de accidentes, sino que también promueve un ambiente laboral más saludable, mejora la productividad y disminuye los costos asociados a la salud. Además, se enfatiza la importancia de abordar factores externos que afectan el sueño, como el consumo de alcohol y drogas, y la gestión del estrés.
El enfoque integral planteado por Peñafiel es esencial para abordar el riesgo de fatiga y somnolencia en el trabajo, especialmente en sectores donde la seguridad es crítica. La implementación de programas que consideren tanto la salud física como mental de los trabajadores puede resultar en un entorno laboral más seguro y productivo.
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