En EE.UU., OSHA realiza un seguimiento de las muertes anuales para ayudar a dirigir los esfuerzos de aplicación del código a los problemas más críticos que enfrentan las instalaciones industriales. En un censo de 2010, OSHA registró un total de 4547 muertes en el trabajo. Uno de los aumentos más significativos en las muertes relacionadas con el trabajo provino de los incendios. La estadística se duplicó con creces, de 53 en 2009 a 109 en 2010, el recuento más alto desde 2003.
Las estadísticas deberían ser aleccionadoras para cualquier persona que trabaje en un entorno industrial y una buena razón para garantizar que se maximice la seguridad de sus propias instalaciones. En la mayoría de las instalaciones, existe una amplia gama de peligros que se esconden en cada esquina. La maquinaria pesada, los puntos de conexión eléctrica, los productos químicos, las obstrucciones visuales y los espacios confinados son peligros comunes que los trabajadores deben enfrentar todos los días.
El primer paso para mejorar la seguridad de las instalaciones es eliminar los peligros. Si la eliminación no es posible, se deben usar bloqueos o etiquetas como barrera entre el trabajador y el peligro. Si estos dispositivos no se pueden usar, se debe cambiar la política de la instalación para eliminar el acceso. Si se requiere la exposición del trabajador, se puede usar el equipo de protección personal (EPP) como último recurso.
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