En múltiples actividades productivas se utilizan herramientas vibratorias. Las manos o el cuerpo entero sufren consecuencias de la exposición, desde dolor de espalda, trastornos vasculares y síndrome del túnel carpiano, entre otras. Veamos algunos conceptos básicos de las vibraciones, según la Secretaría de Salud Laboral de la UGT-Madrid, España.
Desde el punto de vista físico, la vibración puede ser definida como todo movimiento oscilatorio de un cuerpo sólido respecto a una posición de referencia. Las vibraciones se caracterizan por su frecuencia y por su amplitud.
- La frecuencia es el número de veces por segundo que se realiza el ciclo completo de oscilación y se mide en Hertz (Hz), también denominados Hercios o ciclos por segundo. En Higiene Industrial tienen interés las vibraciones cuyas frecuencias están comprendidas entre 1 y 1.500 Hz.
- La amplitud se puede medir en aceleración (m/s2), en velocidad (m/s) y en desplazamiento (m), y estas medidas indican la intensidad de la vibración.
Este movimiento oscilatorio puede ser regular en dirección, frecuencia o intensidad, o bien aleatorio, que es lo más frecuente. Como ejemplo gráfico, para entender fácilmente el concepto de vibración se puede señalar la oscilación de una cuerda tensa de guitarra cuando esta se toca con el dedo.
Medición y efectos de las vibraciones
El equipo básico para medir vibraciones consta de un transductor o acelerómetro, un integrador de la señal del acelerómetro y un sistema de lectura, pudiendo tener acoplado un analizador de frecuencias. Estos equipos se denominan vibrómetros. Además, cabe destacar que los equipos que se utilizan en la grabación, registro y posterior análisis del ruido, también sirven para el estudio de las vibraciones.
Sobre vibraciones mecánicas, la legislación española distingue entre:
- Vibraciones transmitidas al sistema mano-brazo: la vibración mecánica que, cuando se transmite al sistema humano de mano y brazo, supone riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, en particular problemas vasculares, de huesos o de articulaciones, nerviosos o musculares. Generalmente, los efectos adversos se manifiestan en la zona de contacto con la fuente de vibración, pero también puede existir una transmisión importante al resto del cuerpo. Las herramientas de trabajo que típicamente producen este tipo de vibraciones son las motosierras, los taladros o los martillos neumáticos.
- Vibración transmitida al cuerpo entero: Es una vibración mecánica que cuando se transmite a todo el cuerpo, conlleva riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores, en particular lumbalgias y lesiones de la columna vertebral. Las fuentes de este tipo de vibraciones pueden ser:
- La oscilación de equipos destinados al transporte, perforación, abrasión, sedimentación.
- Movimientos rotatorios o alternativos, motores de combustión interna, superficies de rodadura de vehículos.
- Vibración de estructuras.
- Herramientas manuales eléctricas, neumáticas, hidráulicas y en general las asistidas mecánicamente y las que ocasionan golpes.
Esta distinción entre vibraciones transmitidas al sistema mano-brazo y al cuerpo entero es de vital importancia, pues marcan diferentes valores límite de exposición y distintos valores de exposición.
Las vibraciones pueden producir, en el organismo de las personas expuestas, daños específicos en función de la zona del cuerpo a la que afectan y de la frecuencia dominante de la vibración. La magnitud del efecto será proporcional a la amplitud de la vibración.
Medidas de control
Para disminuir la exposición a vibraciones se pueden tomar medidas que tienden a disminuir la magnitud de la aceleración transmitida, ya sea a la mano o a todo el cuerpo, o bien disminuir los tiempos de exposición a las mismas.
Al igual que en el caso de la exposición al ruido, desde el punto de vista de la salud del trabajador, lo principal es que se evite todo lo posible la exposición a vibraciones o al menos, que las vibraciones que recibe se encuentren dentro de los límites permitidos. Para ello, se pueden adoptar medidas técnicas, encaminadas a disminuir las vibraciones, u organizativas, destinadas a disminuir la exposición del trabajador a dicho riesgo. Siempre se dará prioridad a estas medidas frente al uso de equipos de protección individual.
Cuando se rebasen los valores establecidos de exposición diaria normalizados para un periodo de 8 horas (tanto por vibraciones mano-brazo como de cuerpo entero), que den lugar a una acción, el empresario establecerá y ejecutará un programa de medidas técnicas o de organización, destinado a reducir al mínimo la exposición a vibraciones mecánicas y los riesgos que se derivan de la misma.
Los trabajadores no deberán estar expuestos en ningún caso a valores superiores al valor límite de exposición. Si a pesar de las medidas adoptadas por el empresario, se superase el valor límite de exposición, este tomará de inmediato medidas para reducir la exposición a niveles inferiores a dicho valor límite, determinará las causas por las que se ha superado el valor límite y modificará, en consecuencia, las medidas de protección y prevención, para evitar que se vuelva a sobrepasar.
Medidas técnicas
El control higiénico del riesgo tiene como prioridad el disminuir todo lo posible, las vibraciones en la fuente mediante medidas de control en el origen. Si estas son insuficientes, se procederá a establecer medidas de control en el medio, y por último, se procederá a la inclusión de medidas de control en el receptor o trabajador.
- Medidas de control en el origen.
El criterio de compra. La elección del equipo de trabajo adecuado, bien diseñado desde el punto de vista ergonómico y generador del menor nivel de vibraciones posible, habida cuenta del trabajo al que está destinado. Siempre que sea posible se deberán elegir las máquinas o herramientas que produzcan menos vibraciones para un mismo tipo de trabajo (que posean amortiguadores, pistones, etc.). El fabricante y el instalador deben garantizar estas prestaciones que han de figurar en el manual de instrucciones. Por ejemplo, algunos fabricantes equipan sus productos con empuñaduras antivibratorias, del mismo modo que también es posible dotar con estos elementos a las herramientas que ya poseen. En general, siguiendo las recomendaciones anteriores, adquiriendo máquinas y herramientas seguras, y cumpliendo las normas de seguridad del fabricante, se logrará el objetivo último de evitar el máximo de vibraciones posibles en la fuente. Realizar un buen mantenimiento de los aparatos que producen vibraciones para reducir las que se generen por mal estado de maquinarias y herramientas. - Medidas de control en el medio.
El principal objetivo de estas medidas es atenuar la transmisión de vibraciones al trabajador, interponiendo materiales aislantes o absorbentes. Por ejemplo, utilizar amortiguadores de caucho entre la empuñadura y la mano puede ser de gran ayuda, aunque son poco eficaces para frecuencias inferiores a 500 Hz. El suministro de equipos auxiliares que reduzcan los riesgos de lesión por vibraciones, por ejemplo, asientos amortiguadores u otros sistemas que atenúen eficazmente las vibraciones transmitidas al cuerpo entero y asas, mangos o cubiertas que reduzcan las vibraciones transmitidas al sistema mano-brazo. - Medidas de control en el receptor.
Se deben utilizar los equipos de protección individual adecuados a cada persona y al trabajo que deben realizar, con el fin de disminuir la intensidad de la vibración que se transmite al cuerpo. La utilización de guantes amortiguadores que, a pesar de que no eliminan la transmisión de las vibraciones, son básicos a la hora de proteger las manos y dedos contra el frío y la humedad ambiental, factores que pueden favorecer patologías relacionadas con la exposición a vibraciones. Por tanto, no solo será adecuado que el empresario suministre guantes, si no también ropa adecuada que aísle del frío.El frío y la humedad son condiciones ambientales que pueden agravar los efectos de la exposición a vibraciones. Las personas que trabajan en esas condiciones deben llevar ropa que permita mantener el cuerpo y las manos secas y un buen nivel de confort térmico para evitar que la exposición al frío influya sobre los síntomas vasculares causados por la vibración transmitida.
Medidas organizativas
Disminuir el tiempo diario de exposición a las vibraciones contribuye a una reducción de la exposición, convirtiendo en tolerables los niveles de vibración que antes no lo eran. Por tanto, establecer turnos de trabajo, rotaciones de puesto y descansar cada cierto número de horas de trabajo disminuiría la exposición. Se recomienda en este sentido trabajar dos horas y descansar media, realizando otra actividad sin vibraciones, sobre todo en el caso de máquinas percutoras de baja frecuencia, puesto que la exposición continuada incrementa el daño en la salud. Por otro lado, cuando se está expuesto a una vibración continua, un descanso de 10 minutos cada hora ayuda a moderar los efectos de la vibración.
Se procurará utilizar métodos de trabajo que favorezcan que las manos estén calientes. Las bajas temperaturas y la humedad, tienen efectos vasoconstrictores, factor que, junto con la exposición a vibraciones, hace que se agraven los efectos de las mismas en la salud del trabajador. Del mismo modo, sería muy conveniente que se calentaran, siempre que sea posible, las empuñaduras de los equipos vibratorios cuando se trabaje en condiciones ambientales frías.
Debe informarse a los trabajadores de los niveles de vibración a los que están expuestos y de las medidas técnicas de que se dispone como alternativa de corrección, entre ellas es de especial importancia el diseño ergonómico de las partes de las máquinas con las que entran en contacto (asideros, volantes, plataformas, asientos, etc.) en algunas tareas, siendo muy útil formar al trabajador sobre cómo optimizar su esfuerzo muscular y postural para realizar su trabajo. Se deben ofrecer informaciones sencillas para reconocer la magnitud de las vibraciones y de los síntomas y signos asociados a ellas, cuyos efectos pudieran ser dañinos, como por ejemplo la existencia de hormigueos o pérdidas temporales de sensibilidad después de la exposición a vibraciones. Se debe establecer un canal efectivo para que los trabajadores informen de la existencia de algún posible indicio de daño.
Para garantizar que se realiza un buen mantenimiento de los equipos en lo que se refiere a vibraciones, es conveniente incluir un apartado específico sobre el tema en el Plan de Mantenimiento de los Equipos y Herramientas que permita conocer el aumento de las vibraciones desde la primera puesta en funcionamiento y establecer pautas para generar medidas correctivas.
Se debe cumplir con la realización de los reconocimientos médicos preceptivos para prevenir los daños y conocer el estado de afectación de las personas expuestas al riesgo de vibraciones y poder actuar en los casos de mayor susceptibilidad.
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