
En el corazón de la minería moderna, donde la productividad y la seguridad deben caminar de la mano, Compañía Minera Miski Mayo ha logrado una hazaña notable a 15 años de haber iniciado operaciones: ha sido reconocida como la mina a tajo abierto más segura del Perú durante cuatro años consecutivos por el Instituto de Seguridad Minera (ISEM).
Con operaciones en Sechura, región Piura, al norte del Perú, Miski Mayo no se conforma con cumplir protocolos; ha forjado una cultura organizacional donde la seguridad es una forma de vida que se respira en todos los niveles de la compañía.
Un Valor que se vive
Esta filosofía se refleja en las palabras de sus trabajadores, quienes destacan que «la vida está en primer lugar«, no es un lema vacío, sino un valor tangible que se tiene presente cada día. «La visión es lograr cero accidentes. Nos cuidamos entre todos. En Miski Mayo, la vida está en primer lugar«, lo expresa claramente Cristian Fiestas desde el área de Mantenimiento. Marco Estrada, de la Planta Concentradora, complementa: «Mi rol es asegurar que los más altos estándares de seguridad se implementen adecuadamente. No es un discurso, es una cultura de prevención constante«.
«La seguridad es lo más importante. Nuestra meta es cero accidentes, y para lograrlo debemos anteponer la seguridad a todo lo demás«, refuerza la idea Jean Galán, miembro del área de Descarga, Secado y Puerto. Esta visión ha permitido que Miski Mayo no solo mantenga su récord, sino que también se erija como un referente en el sector.
Comunicación como pilar
La comunicación juega un papel central en esta cultura de seguridad. Darwin Nunura, operador en Mina, resalta la importancia de una comunicación abierta y recíproca entre los trabajadores y el equipo de Seguridad y Salud en el Trabajo: «Tiene que ser abierta y recíproca para garantizar un ambiente laboral saludable«.
Con una perspectiva estratégica, Marco Estrada apuntala esa idea: «Las charlas, los sistemas de reporte y las reuniones son herramientas que mantienen a todos informados. Aunque siempre se puede mejorar, el canal está abierto«. Además, este compromiso comunicacional se ve reflejado en el Programa PAR (Programa de Actitud Responsable), un espacio semanal de análisis sobre buenas prácticas, estadísticas y propuestas, todo con un enfoque pedagógico y participativo.

Liderazgo y participación activa
Una cultura de seguridad sólida no puede sostenerse sin la participación activa de todos. Cristian Fiestas afirma que las ideas y propuestas son escuchadas y valoradas a todos los niveles. Existe un programa de generación de ideas, donde cada sugerencia pasa por un análisis para mejorar los procesos y garantizar la seguridad, explica Jean Galán.
Marco Estrada subraya que muchas de sus propuestas han sido implementadas, lo que refleja el compromiso de la empresa con la mejora continua. Este enfoque participativo se complementa con un liderazgo distribuido, en el cual cada estándar crítico en Miski Mayo es liderado por un gerente o superintendente, mostrando el involucramiento directo de la alta dirección en la seguridad laboral.
Recientemente, dos de los proyectos de innovación fueron finalistas del X Concurso Internacional de Mejores Prácticas en la Industria Minera. Dionicio Biamont presentó la eliminación de riesgos en cambio de cadena de 15 t de Feeder Breaker, mientras que Juan Guzmán dio a conocer el mecanismo lineal para la reducción de riesgos en muestreo de concentrado en fajas transportadoras de Planta Secado. Entre 80 trabajos presentados, la mejora en el muestreo fue uno de los ganadores del prestigioso concurso organizado por el ISEM.
Innovación para la prevención
Un aspecto clave de la gestión de seguridad en Miski Mayo es la integración de la innovación tecnológica. Alejandro Cachay Malo, Gerente de Seguridad, Salud y Medio Ambiente, destaca que la tecnología avanzada es esencial para la prevención de accidentes. «Contamos con simuladores para operar camiones y palas; cámaras antifatiga para los operadores de mina y transporte de concentrado, y cámaras de retroceso para la flota de camiones«, explica.
La implementación de drones, sensores para detectar gases tóxicos, temperaturas extremas, vibraciones y movimientos anómalos, así como el sistema de detección y alarma de incendios, refleja cómo la tecnología se ha integrado al día a día para crear un entorno de trabajo más seguro.
Alejandro Cachay también destaca el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para monitorear riesgos en tiempo real, lo que permite detectar condiciones peligrosas antes de que ocurran accidentes. Esta capacidad para prevenir posibles incidentes refuerza la cultura de seguridad y asegura que los trabajadores estén protegidos en todo momento.
Fortaleciendo el compromiso
La capacitación continua es otro pilar fundamental en la estrategia de seguridad de Miski Mayo. Según Cachay, la empresa implementa un plan de capacitación para todos los trabajadores, con enfoques específicos según su rol. «El área de recursos humanos ha desarrollado un programa integral que incluye capacitaciones legales, corporativas y especializadas«, explica. Además, el sistema de reconocimientos y recompensas motiva a los trabajadores a mantener una actitud proactiva hacia la seguridad, lo que refuerza la cultura positiva dentro de la empresa.
El Programa PAR, realizado todos los jueves, es otro ejemplo de cómo Miski Mayo fomenta la participación y el aprendizaje continuo. Este espacio permite a los colaboradores compartir sus experiencias, revisar las estadísticas de seguridad de la semana y discutir buenas prácticas y mejoras operacionales.
La confiabilidad del comportamiento
A pesar de los logros alcanzados, Miski Mayo enfrenta un reto importante: consolidar la confiabilidad del comportamiento humano en seguridad. Alejandro Cachay destaca que, aunque los índices de accidentabilidad han mejorado, el objetivo es lograr que los trabajadores mantengan una conducta segura de manera constante, tanto dentro como fuera del trabajo.
«Nos encontramos desarrollando planes de acción para cerrar esta brecha y lograr una interdependencia en la cultura de seguridad«, comenta Cachay. El objetivo es que todos los trabajadores actúen de manera segura en todo momento, creando un entorno aún más seguro para todos.
Cultura viva y activa
El caso de Miski Mayo es un testimonio de que una cultura de seguridad sólida no se impone, sino que se construye de manera colaborativa. Desde la base operativa hasta la alta dirección, cada trabajador desempeña un papel crucial en un sistema colectivo de cuidado. Los riesgos se reportan, las fallas se corrigen, las buenas prácticas se celebran, y la innovación se promueve.
Gracias a esta integración de liderazgo, participación, tecnología e innovación continua, Miski Mayo no solo ha logrado su objetivo de reducir sus índices de accidentabilidad, sino que ha creado un modelo de seguridad que puede considerarse un ejemplo a seguir en la industria minera.
La filosofía de «La vida está en primer lugar» sigue siendo el eje central de la operación de Miski Mayo. Y también es un recordatorio de que la seguridad es un viaje continuo que no da espacio al conformismo, por el contrario, promueve la innovación y el aprendizaje permanente. Y es que cada incidente prevenido, cada riesgo mitigado, es un paso hacia adelante en su compromiso con la seguridad, y por ende, con la vida.
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