Empresa organizó un comando y un subcomando COVID-19, contrató supervisores, reforzó la atención médica y desarrolló un software de ficha sintomatológica. Esto ha hecho posible que desde agosto del 2020 hasta la actualidad tengan controlado los contagios.
La empresa minera Apumayo S.A.C. comenzó a reducir drásticamente el número de contagios de COVID-19 en su unidad minera del mismo nombre a partir de setiembre del 2020, luego empezar a aplicar nuevas estrategias y controles en salud y seguridad, afirmó Oscar Aranda, gerente corporativo de Seguridad y Salud Ocupacional del Grupo Aruntani.
«En agosto tuvimos un pico alto de contagios y de ahí implementamos estas estrategias, del supervisor, comando COVID-19 y fichas sintomatológicas. Desde setiembre hasta enero hemos bajado continuamente; todavía lo tenemos controlado», aseguró.
La empresa implementó un comando COVID-19 central dirigido por su alta gerencia. El comando fórmula políticas y estrategias para enfrentar la pandemia, establece lineamientos para cumplir con el Plan de Vigilancia, Prevención y Control y da soporte al área de seguridad y salud ocupacional para afrontar de manera eficiente la pandemia desencadenada por el nuevo coronavirus.
«Una vez identificado un caso sospechoso, un caso grave o un caso positivo, inmediatamente el comando covid se reúne y toma acción inmediata para dar solución y evitar que pueda tener serios problemas», precisó.
Apumayo instaló un subcomando COVID-19 que tiene como función principal implementar las políticas y estrategias emitidas por el comando central, responder en forma oportuna, rápida y eficiente ante cualquier caso probable, sospechoso o confirmado de la enfermedad, así como supervisar el cumplimiento de las directivas emitidas a las áreas involucradas.
«Los comandos COVID-19, tanto central como subcomando, nos están dando los resultados adecuados y se está cumpliendo con los objetivos perseguidos», remarcó Aranda en la Jornada de Seguridad Minera, evento organizado por el Instituto de Seguridad Minera (ISEM).
Ingenieros supervisores
La empresa incorporó en sus instalaciones ingenieros supervisores COVID-19, contratados para verificar en forma permanente el cumplimiento del protocolo establecido en su plan de vigilancia.
Los supervisores aseguran que todos los trabajadores reciban capacitación e instrucción para el cumplimiento de los lineamientos establecidos en el plan de vigilancia; garantizan que en las diferentes áreas de la unidad se cuente con los elementos e insumos de higiene necesarios para el cumplimiento de los protocolos contra el COVID-19. De igual manera, reportan al área de seguridad y salud cualquier indicio o sospecha de enfermedad respiratoria; además, garantizan que durante el transporte del personal hacia la unidad se cumpla estrictamente con los protocolos de bioseguridad.
«De acuerdo a los resultados encontrados durante inspecciones, diseñan e implementan medidas correctivas que permitan cumplir con los objetivos: habían muchos trabajadores que no utilizaban bien las mascarillas, no se lavaban las manos al ingresar al comedor, no cumplían con el distanciamiento físico», agregó.
Área médica
Oscar Aranda resaltó que reforzaron su área de seguridad y salud ocupacional, ya que los recursos que tenían no eran suficientes para afrontar ,a enfermedad. Por ello, su centro médico fue ampliado para que atienda de manera separada tanto enfermedades comunes como de COVID-19.
Asimismo, alquilaron hoteles adecuados donde hacen las cuarentenas y aislan a sus trabajadores con los médicos y enfermeras contratados por la empresa, los cuales hacen el seguimiento y cuidan a los trabajadores.
Ficha sintomatológica y traslado a empresa
Como parte del proceso de reincorporación al trabajo, Apumayo desarrolló un software que funciona como ficha sintomatológica, que se aplica como primer filtro desde la casa del trabajador. El software considera hasta el más mínimo sintoma de tos, por ejemplo, para inhabilitarlo, darle asistencia médica y recuperarlo.
«El trabajador antes de salir de su casa completa esta ficha. Nos está dando buenos resultados porque es la causa raíz de los contagios que actualmente se vienen dando en varias unidades», dijo.
Luego de la primera selección, se les lleva a un hotel donde se hacen pruebas rápidas o moleculares. Los positivos se quedan en los hoteles 14 días como indica la norma, supervisados por los médicos contratados por la empresa; y los negativos comienzan a realizar el embarque y transporte hacia la unidad minera por medio de buses contratados.
«Se les entrega las mascarillas, las caretas faciales, la descontaminación antes de salir; todo ello verificado por los supervisores COVID-19», detalló.
Aranda indicó que la empresa ha elaborado una hoja de ruta que verifica continuamente por dónde están yendo los buses y como deberían transportarse para que no paren donde no deben.
Una vez que los buses llegan a la unidad minera, se realiza una desinfección de calzados, correcto lavado de manos, control de temperatura; se les entrega las mascarillas, se desinfectan los equipajes y se les asigna habitación.
«Luego se hace una reunión de bienvenida y sensibilización por los médicos y el área de seguridad con el distanciamiento físico debido», complementó.
Controles internos
A todos los colaboradores se les controla la temperatura y sintomatología cuando ingresan y salen del centro de trabajo, por más que la RM 972-2020-MINSA indique que solo se debe hacer en el ingreso. Los casos sospechosos (igual o mayor a 37.5°C) son derivados al centro médico para su evaluación y se hace un registro de datos y estadísticas de incidencia de temperatura.
La empresa amplió su comedor para que puedan estar dos personas por mesa e instaló barreras físicas entre ellas, prohibiendo las conversaciones en ese lugar. La desinfección se hace en los distintos ambientes y equipamientos, empleándose una lista de comprobación a cargo de los supervisores COVID-19. El control de residuos biocontaminados y peligrosos lo maneja una empresa especializada.
La empresa tiene un plan de salud mental implementado que busca aliviar las alternaciones en el comportamiento de su personal producto de la pandemia, como ansiedad, irritabilidad o depresión. El plan está a cargo de psicólogos y de expertos en motivación por medio de risoterapia, musicoterapia y dinámicas lúdicas.
Cuando el trabajador regresa a su casa, se le hace una nueva prueba molecular o rápida, para que tenga la seguridad de llegar a su hogar libre del contagio.
Deja un comentario