La tecnología avanza y hay nuevos riesgos que los empleadores deberán abordar. El BC Guideline for Safe Mobile Autonomous Mining, por ejemplo, es un esfuerzo de la provincia de Columbia Británica (Canadá) por establecer directrices que promuevan la seguridad en la industria minera en relación con el uso de tecnologías autónomas móviles. Dichas directrices abordan recomendaciones y mejores prácticas para garantizar la SST en el proyecto minero.
El documento, disponible en inglés, atiende varios aspectos de la seguridad en la minería autónoma móvil como la evaluación de riesgos, la capacitación del personal, el mantenimiento y monitoreo de los equipos autónomos, la comunicación y coordinación entre operadores humanos y sistemas autónomos, la gestión de emergencias y la evaluación continua de las medidas de seguridad.
La guía se basa en la experiencia y conocimientos de expertos en la industria minera, así como en la revisión de investigaciones y estándares internacionales relacionados con la seguridad en la minería autónoma. Por esta razón, el material es igualmente util para los proyectos fuera de Canadá que bien merecen aplicar las mismas medidas de seguridad.
Algunos de los puntos abordados por la publicación son los siguientes:
Evaluación de riesgos: se enfatiza la importancia de identificar y evaluar los riesgos asociados con los equipos autónomos en la minería, considerando factores como la interacción con el entorno, la interoperabilidad con otros equipos y la capacitación necesaria para operarlos de manera segura.
Capacitación y competencias: se establecen recomendaciones para garantizar que los operadores y el personal involucrado en la operación de equipos autónomos estén adecuadamente capacitados y cuenten con las competencias necesarias. Se promueve la formación continua y la adquisición de conocimientos técnicos específicos.
Mantenimiento y monitoreo: se aborda la importancia de un adecuado mantenimiento de los equipos autónomos y la implementación de sistemas de monitoreo para detectar posibles fallas o mal funcionamiento. También se destaca la necesidad de contar con procedimientos de mantenimiento y respuesta a incidentes.
Comunicación y coordinación: se hacen recomendaciones para mejorar la comunicación y coordinación entre los operadores humanos y los sistemas autónomos, estableciendo protocolos claros de interacción y procedimientos de respuesta en situaciones de emergencia.
Gestión de emergencias: se brindan pautas para la gestión de emergencias relacionadas con los equipos autónomos, incluyendo la planificación y entrenamiento en respuesta a situaciones de riesgo o incidentes.
Evaluación continua: se destaca la importancia de realizar evaluaciones regulares de las medidas de seguridad implementadas, con el fin de identificar áreas de mejora y actualizar los procesos en función de los avances tecnológicos y las lecciones aprendidas.
Te invitamos a leer el documento haciendo clic en este enlace.
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