La Cuarta Revolución Industrial ofrece enormes desafíos y promesas para el sector minero. Las ocupaciones tradicionales y rutinarias requerirán del desarrollo de nuevos talentos en los trabajadores para centrarse en tareas de alto valor agregado. La clave será combinar las competencias técnicas propias de la industria, con nuevas habilidades tecnológicas de avanzada, tales como el análisis y el modelamiento de datos.
En este sentido, las competencias transversales, según el Consejo Minero y la Fundación Chile, son «un conjunto limitado de competencias que no aplican ni a un proceso en particular, ni a un perfil determinado, sino que impactan a un conjunto amplio de ellos, que están inmersos en condiciones que les son comunes (industria 4.0), y que habiéndolas desarrollado favorecerán a los trabajadores en su desempeño en diferentes perfiles».
Las competencias transversales para la minería
Ambos instituciones compartieron el siguiente modelo de competencias transversales para la sostenibilidad de la industria minera en el futuro:
Razonamiento lógico matemático – Habilidad para razonar de manera deductiva e inductiva, usar efectivamente los números, operaciones, símbolos y el método científico, con el fin de resolver problemas específicos de su trabajo diario, siendo capaz de integrar modelos, métodos y establecer relaciones lógicas.
Creatividad e innovación – Habilidad para proponer ideas, soluciones y respuestas nuevas o poco usuales que generen valor a los resultados de su actividad y/o modifiquen comportamientos, actitudes, puntos de vista, creencias, entre otros. Para ello detecta, observa y piensa de manera diferente y flexible cómo funciona un contexto y lo entiende en profundidad, describiendo un problema o situación.
Pensamiento crítico – Capacidad de reflexionar, interpretar, analizar y cuestionar de manera independiente y lógica un tema o problema, los paradigmas que lo sustentan y los diferentes puntos de vista, para comprender o llegar a una conclusión objetiva y clara, que permita fundamentar decisiones, detectar brechas de información y corregir desviaciones en su área de desempeño.
Análisis de datos – Habilidad para identificar, recoger, procesar y analizar datos en tiempo real e histórico, para convertirlos en acciones e información de valor para la toma de decisiones, la mejora de la gestión y el alcance de objetivos en la organización. Considera, además, la capacidad de aprovechar la tecnología para analizar, explorar, estructurar, elaborar y comunicar de manera eficiente y rápida los datos e información en formato digital y físico.
Juicio y toma de decisiones – Habilidad de identificar y comprender un cambio en la situación, un problema, oportunidad o conflicto, recabando y analizando información al respecto, evaluando de manera oportuna y sistemática posibles cursos de acción o soluciones alternativas. Implica tomar en cuenta el impacto, costos y beneficios para seleccionar la opción más apropiada acorde a criterios predefinidos según el objetivo a lograr, el valor a alcanzar o el minimizar las consecuencias negativas para la actividad minera y el entorno.
Cambio climático – Capacidad de identificar riesgos climáticos y los nuevos escenarios climáticos que demandan otras condiciones operacionales en las labores mineras. Reconocer, ejecutar y priorizar acciones de cuidado del medio ambiente, así como de mitigación y adaptación en sus labores habituales, con especial cuidado en el uso eficiente de los recursos y la protección del medio ambiente (minimizar las emisiones directas de gases de efecto invernadero en los procesos productivos, reducir la huella de agua, fomentar la eficiencia energética, la economía circular y el reciclaje, entre otros). Aplicar y/o desarrollar modelos de producción limpios y ecológicos, para garantizar las implicancias sociales, minimizar el riesgo climático de las generaciones presentes y futuras, y los impactos y riesgos económicos para el sector.
El Consejo Minero y la Fundación Chile concluyen que el futuro laboral requerirá no solo contar con personas capaces de hacer frente a las nuevas tecnologías, sino también de prepararlos para la constante adaptación a nuevos escenarios, agregando un alto valor a su trabajo y un fuerte componente ético a su quehacer.
Puedes leer aquí el documento completo del Consejo Minero y la Fundación Chile
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