Más de 600 personas, trabajadores y contratistas de Gold Fields, fueron capacitados en talleres de sensibilización y medidas de protección ante el COVID-19. «En el contexto del reinicio de actividades dispuesto por el Gobierno, nuestra empresa ha diseñado un curso de sensibilización denominado Prevención del COVID-19 en el que hemos capacitado a todo el personal que subirá a nuestra operación los próximos días. Este curso es obligatorio para todas las personas que trabajarán en nuestra mina los próximos días», puntualizó Freddy Toribio, Gerente de Seguridad y Salud Ocupacional.
Este programa de sensibilización, que se viene desarrollando desde inicios de mayo a través de medios virtuales y en diferentes horarios, está alineado a la Resolución Ministerial (R.M.) 239-2020-MINSA y al compromiso de Gold Fields, por mantener un campamento libre de COVID-19.
Protocolos y medidas de seguridad
En el contexto del reinicio de las actividades mineras dispuesto por el Gobierno nacional, Gold Fields iniciará la movilización de su personal y contratistas a fin de retornar a las actividades normales en Cerro Corona.
En este sentido, la empresa ha trabajado en una serie de protocolos y medidas de salud y bioseguridad estrictos para evitar la propagación del virus.
Entre los procedimientos que la empresa ha dispuesto, destacan la ejecución de pruebas rápidas para descartar el COVID-19 de las personas que suben y bajan de la mina, monitoreo continuo de los trabajadores para asegurar que cumplan el confinamiento voluntario desde sus casas, traslado en buses debidamente desinfectados y al 50% de capacidad de asientos, uso obligatorio de mascarillas y guantes, lavado y desinfección constante de manos en los módulos móviles instalados en todo el campamento; distanciamiento social en los comedores y otros importantes procedimientos.
Sin embargo, todos los esfuerzos realizados no serán suficientes si la persona no asume su responsabilidad y es consciente de que debe cumplir los protocolos, señala Gold Fields.
Las medidas de extrema seguridad y salud que ha establecido, y que van más allá de lo que la ley exige pueden fallar sino se cumplen de manera responsable. La responsabilidad del colaborador y contratista es clave. La empresa monitorea y hace las gestiones para el cuidado, pero cada uno debe ser honesto y respetar todas las normas de higiene que ha establecido. «En nuestras manos está la responsabilidad de cuidar nuestra salud, la de nuestros compañeros y familiares», manifestó Ronald Díaz, vicepresidente de Operaciones.
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