Recordemos que las intoxicaciones pueden presentar formas agudas o crónicas. Estas últimas exigen una compleja terapéutica dirigida por especialistas y con frecuencia requieren la colaboración de expertos en diferentes áreas de la toxicología.
La gravedad y trascendencia, por la posibilidad de muerte o de persistencia de secuelas de una intoxicación aguda exigen que, de forma inmediata, se brinden al intoxicado, un conjunto de atenciones encaminadas a preservar en primera instancia su vida y posteriormente a prevenir la absorción del tóxico, acelerar su eliminación o brindar una tratamiento específico en caso de que exista.
Los intoxicados pueden ser descubiertos en condiciones dramáticas, ya sea en lugares a veces distantes de un centro asistencial o en los servicios de emergencia de los hospitales. El médico debe estar preparado para actuar de forma inmediata. Debe destacarse en cuanto al tratamiento, que éste debe ser dirigido al paciente y no al tóxico, en cualquier ligar de asistencia.
Se debe mantener al paciente vivo mediante el sostén de las funciones vitales y luego informarse sobre el tóxico y la existencia de un antídoto para él. Si se busca primero el antídoto se corre el riesgo de que el paciente muera. Uno de los aspectos más importantes en el manejo del intoxicado o de una exposición es conocer qué hacer y en qué orden hacerlo.
A través de los años, numerosos procedimientos han sido utilizados para tratar los efectos tóxicos de los químicos, algunos de estos métodos ya son obsoletos como son el uso de soluciones de sal, sulfato de cobre, el «antídoto universal» y han sido sustituidos por tratamientos más efectivos.
Varias preguntas surgen cuando estamos tratando un intoxicado:
— ¿Es la cantidad o composición de la sustancia involucrada considera tóxica o no tóxica?
— ¿Puede el agente tóxico ser fácilmente removido, neutralizado o eliminado?
— ¿Hay un antídoto específico disponible para la sustancia tóxica involucrada?
— Si la sustancia es considerada tóxica, fue ingerida y de acuerdo al tiempo transcurrido desde la ingestión: ¿removerla será efectivo?, ¿será útil el antídoto específico?, ¿cuál será el procedimiento de elección para aumentar la eliminación del tóxico?
— Si la sustancia ingerida es considerada tóxica o potencialmente tóxica, pero los signos y síntomas no evidencian un toxicidad aparente: ¿debe la sustancia tóxica ser removida?, ¿debe el antídoto específico ser utilizado?, ¿debe utilizarse solamente tratamiento sintomático?
Para dar respuesta a todas estas y muchas otras interrogantes, cuando nos enfrentamos a un caso intoxicado es necesario conocer los principios básicos o reglas de oro en el tratamiento del paciente intoxicado, las cuales son:
– Tratamiento no específico. Puede definirse como el conjunto de medidas para el mantenimiento de las funciones vitales, como la reanimación cardiorrespiratoria, tratamiento de las convulsiones, corrección de disbalances hidroelectrolíticos, etc. Además, con este tipo de tratamiento se elimina la sustancia tóxica en la víade entrada y se disminuye la absorción mediante los procedimientos de descontaminación. Para eliminar la sustancia tóxica absorbida, se emplea la llamada terapia de eliminación activa.
– Tratamiento específico. El tratamiento específico es la antidototerapia.
Procedimientos de descontaminación
Consisten en intervenciones terapéuticas, las cuales pueden ser usadas para disminuir la exposición a una sustancia tóxica, incluyendo:
— Irrigación de piel y mucosas.
— Dilución o neutralización en el tracto gastrointestinnal.
— Remoción de la sustancia tóxica del tracto gastrointestinal por emesis, aspiración y lavado gástrico, simples dosis de carbón activado, catárticos o lavado intestinal.
— En extremadamente raras ocasiones, endoscopía o procedimientos quirúrgicos pueden ser necesarios para remover físicamente los tóxicos.
El manejo temprano de intoxicaciones por descontaminación siguiente a exposición puede prevenir daños mayores y puede salvar la vida. Después de estabilizar el sistema cardiorrespiratorio y la administración de medidas para salvar la vida, los procedimientos de descontaminación deben ser considerados e indicados a los pacientes intoxicados.
El tipo de intervención a usar toma en cuenta el cómo y cuándo ocurrió la exposición, las propiedades fisicoquímicas y toxicológicas de la sustancia tóxica, la condición clínica y estabilidad del paciente.
Por: Dr. Diego González Machín, Toxicólogo CEPIS/OPS, en Revista Seguridad Minera
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