La tecnología en seguridad minera está revolucionando la manera en que las empresas abordan el bienestar laboral. La implementación de soluciones tecnológicas para mejorar la salud y el bienestar de los empleados es una estrategia clave para aumentar la productividad y reducir los riesgos laborales. La tendencia es inevitable y expertos en la materia comparten sus reflexiones sobre la actualidad y el futuro de la tecnología en beneficio de la industria minera.
Para Carlos Hernández, director de desarrollo de negocio y producto en Savia (Grupo MAPFRE), señala en la página Equipos&Talentos que la tecnología “ha jugado un papel crucial en la democratización de los servicios de bienestar laboral, haciéndolos más accesibles y personalizados para los empleados”. Sin embargo, los datos del estudio Radiografía de la salud en la empresa 2024 revelan matices importantes. Aunque el 80% de los empleados que reciben servicios de salud de sus empresas los utilizan, solo el 52% de los empleados tienen acceso a algún tipo de servicio de salud. Según Hernández, esto sugiere que, “aunque la tecnología puede hacer estos servicios más accesibles, todavía hay una gran proporción de empleados que no reciben estos servicios”.
Hernández agrega que “el modelo de suscripción ha ganado una gran popularidad en los últimos años, siendo adoptado por una amplia gama de empresas en diversos sectores”. Estudios recientes muestran que alrededor del 70% de las compañías a nivel global están utilizando algún tipo de modelo de suscripción para ofrecer sus servicios. La decisión más importante -continúa- sobre la tecnología es estratégica, y las empresas deben considerar “hasta qué punto quieren ofrecer servicios de salud y bienestar para mejorar la productividad, reducir el absentismo y fidelizar el talento”.
Isabel Aranda, CCO y Wellbeing Manager de Therapyside, añade que, aunque los servicios más visibles y notorios en un programa de empresa saludable son los dirigidos al trabajador, “no se puede poner todo el peso de la cultura de bienestar en los trabajadores”. Aranda sostiene que deben ser un conjunto de medidas estratégicas que impulsen una empresa saludable.
Existen cuatro tipologías según la especialista: los dirigidos al cuidado del trabajador (programas de salud física y psicológica, desarrollo personal, salud financiera, y beneficios adicionales); los que mejoran las condiciones laborales (políticas de trabajo flexible y conciliación); los que mejoran las relaciones interpersonales (fomento de la vida social, cultura centrada en las personas, sostenibilidad y responsabilidad ambiental); y aquellos que mejoran la tarea (espacios de trabajo saludable, revisión de flujos de trabajo, y adopción de tecnología para la eficiencia).
En conclusión, para el sector minero, integrar la tecnología en la gestión del bienestar laboral no solo es una herramienta para mejorar la eficiencia y seguridad, sino también una oportunidad para construir un ambiente de trabajo más humano y sostenible. Con un enfoque estratégico y colaborativo, las empresas mineras pueden utilizar estas innovaciones para transformar sus prácticas de seguridad laboral, aumentando así la satisfacción y retención de sus empleados mientras promueven una cultura corporativa positiva.
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