[Editorial Seguridad Minera 144] En estos días se ha vivido la fiebre mundialista del fútbol. Un deporte donde lo individual y lo colectivo se combinan, donde la inspiración y el liderazgo personal empujan a un equipo a la victoria, pero que también tiene sus limitaciones si no hay un compromiso y esfuerzo colectivo.
De igual manera, el liderazgo, motivación y participación son elementos irremplazables de toda gestión corporativa que pretenda alcanzar las metas financieras, productivas o sociales. Así también ocurre en el ámbito de la prevención de accidentes, seguridad laboral y salud ocupacional.
Organizaciones internacionales consideran los elementos mencionados como algunos de los pilares de una sólida cultura de prevención. ISSA Mining plantea que, junto a la evaluación de riesgos, adecuada ingeniería y desarrollo de competencias, pueden contribuir a eliminar las causas y prevenir los accidentes.
Tanto la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo como el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería dedican artículos al liderazgo, al compromiso y la participación. La norma máxima indica que todo sistema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo debe asegurar un compromiso visible del empleador, así como fomentar el trabajo en equipo y respetar la participación.
No cabe duda que las empresas mineras peruanas han venido alcanzando mejoras sustanciales en el control de accidentes. Sin embargo, un salto cualitativo solo será posible si todos los integrantes de la organización se involucran y comprometen como un solo equipo en la delicada misión de proteger la vida de los colaboradores.
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