[Editorial] En múltiples ocasiones hemos reconocido los avances en la cultura de prevención de riesgos laborales que, en las dos últimas décadas, han logrado las empresas mineras del país. Uno de los factores clave, qué duda cabe, es la intensa actividad de capacitación desplegada en el marco de la normatividad vigente.
Al Instituto de Seguridad Minera le ha tocado aportar en esa dinámica, atendiendo los requerimientos de capacitación en seguridad para los supervisores y trabajadores en casi todas las minas del Perú. Las cifras son llamativas: más de un millón de horas-hombre anuales en promedio.
La efectividad de la inducción de trabajadores nuevos, de los cursos para trabajadores con experiencia o de los programas para la supervisión en materias de seguridad y de su especialidad laboral, se refleja en la cultura de seguridad, la productividad y la competitividad de la minería peruana en un contexto económico internacional exigente.
El reconocimiento de los avances no debería impedir tomar atención a los desafíos pendientes. Ningún gerente, supervisor o trabajador minero debe dormirse en sus laureles. La autocomplacencia es uno de los principales enemigos.
Debemos reentrenar los reflejos en la identificación de peligros y la valoración de los riesgos. La prevención de pérdidas debe estar a flor de piel en toda la organización. Solo así podremos estar más cerca de la meta de cero accidentes mortales.
MARIA DE LOS ANGELES CUEVAS dice
EXCELENTE LA REVISTA HE APLICADO INNUMERABLES CONTENIDOS EN MIS CAPACITACIONES, Y ACTUALMENTE ESTOY REALIZANDO CURSOS CON EL CAMIPER.
Revista Seguridad Minera dice
Muchísimas gracias por seguir nuestras publicaciones y usarlas en campo, que es lo más importante para nosotros.