El mercurio es uno de los varios peligros que existen para el medio ambiente. La situación resulta tan preocupante que los países miembros de la Organización de Naciones Unidas suscribieron el Convenio de Minamata sobre Mercurio para mitigar la incorporación y redistribución de este metal.
La investigadora Ana Victoria Rodríguez, del Tecnológico de Costa Rica, hizo una reconstrucción histórica de las liberaciones aproximadas
de mercurio a partir de registros disponibles en el país centroamericano. El dato resulta importante para el sector minero teniendo en cuenta que los dos principales usos del mercurio en Costa Rica fueron la minería del oro y la iluminación pública.
«La minería resultó tener impactos significativos», señala Rodríguez en su estudio. «Se cuantificaron teóricamente más de 145 toneladas de mercurio liberados gracias a esta actividad dada en la antigüedad en Costa Rica».
La contaminación por mercurio es grave debido a su facultad de migrar entre las tres matrices ambientales (agua, suelo y aire), tanto a escala global como local. A esto hay que añadir que el elemento químico es una amenaza por su persistencia, bioacumulación y biomagnificación.
Una de las dificultades para hacer frente a las amenazas del mercurio es el desconocimiento de la mayoría de los antecedentes históricos asociados a las actividades que causaron la contaminación. «Muchos eventos contaminantes han sido identificados y aceptados hasta años después de que las actividades, a partir de las cuales se originaron, fueron comprendidas como dañinas», señala Rodríguez.
La investigación de Rodríguez consiste en la revisión de documentos históricos para poder identificar el uso y presencia de mercurio en Costa Rica desde 1876 hasta 1973. La expectativa es orientar a futuras propuestas tanto en temas de educación pública como en materia de análisis de cuantificación de mercurio en zonas sensibles.
Puedes leer aquí el estudio completo dedicado al mercurio en Costa Rica.
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