El ojo es un órgano visual que se caracteriza por ser altamente sensible, lo que implica un alto nivel de riesgo ocular para los trabajadores. Por ello, un daño en dicho área podría resultar irreversible. La mejor manera de proteger la salud del trabajador es a través de la ejecución y cumplimiento de medidas preventivas. En ese sentido, es importante seleccionar los equipos de protección que estén acorde a la labor que realiza, así como las formas de uso y un adecuado mantenimiento para un correcto funcionamiento y prolongación de su vida útil.
Selección de protectores oculares y faciales
La elección debe ser realizada por personal capacitado y requerirá un amplio conocimiento de los posibles riesgos del puesto de trabajo y de su entorno. Sin embargo, durante el proceso se tiene que tomar en cuenta la participación y colaboración del trabajador.
Normalmente los equipos de protección no se deben intercambiar entre varios trabajadores. Esto se debe a que una protección óptima se consigue gracias a la adaptación del tamaño y el ajuste individual.
Para elegir un protector contra los riesgos de impacto, se realizará en función de la energía del impacto y su forma de incidencia (frontal, lateral, indirecto, etc.). Otros parámetros, como frecuencia de los impactos, naturaleza de las partículas, etc., determinarán la necesidad de características adicionales como resistencia a la abrasión de los oculares, etc.
En el caso de la elección de los oculares para la protección contra riesgo de radiaciones, debería fundamentarse en las indicaciones presentadas en las normas. Para el caso particular de la radiación láser es preferible, dada la complejidad de su elección, recurrir a un proveedor de contrastada solvencia en este terreno.
Si el usuario se encuentra en zona de tránsito o necesita percibir cuánto ocurre en una amplia zona, deberá utilizar protectores que reduzcan poco su campo visual periférico. En labores en los que puedan ocurrir movimientos de cabeza bruscos durante su ejecución, implicará la elección de un protector con sistema de sujeción fiable. Puede estar resuelto con un ajuste adecuado o por elementos accesorios (goma de sujeción entre las varillas de las gafas) que aseguren la posición correcta del protector y eviten desprendimientos fortuitos.
Las condiciones ambientales de calor y humedad son favorecedoras del empañamiento de los protectores oculares, pero no son las únicas. Un esfuerzo continuado o posturas incómodas durante el trabajo también provocan la sudoración del operario y, por tanto, el empañamiento de las gafas. Este problema puede mitigarse con una adecuada elección de la montura, material de los oculares y protecciones adicionales (uso de productos antiempañantes, etc.).
Uso y mantenimiento
Algunas indicaciones prácticas de interés en los aspectos de uso y mantenimiento son:
- Use gafas o protectores de cara cuando existan alrededor pedacitos o partículas voladoras, arco o chispa eléctrica, gases o vapores químicos, luz peligrosa, líquidos químicos, ácidos o cáusticos, metal derretido, polvo, etc.
- Antes de usar los protectores se debe proceder a una inspección visual de los mismos, comprobando su buen estado. De tener algún elemento dañado o deteriorado, se debe reemplazar y, en caso de no ser posible, poner fuera de uso el equipo completo.
- Los protectores de los ojos deben ajustar adecuadamente y deben ser razonablemente cómodos bajo condiciones de uso.
- Si el ocular es de clase óptica 3 no debe usarse en periodos largos.
- Los protectores con oculares de calidad óptica baja (2 y 3) solo deben utilizarse esporádicamente.
- Las piezas de agarre de los lentes de seguridad deben tocar cada lado de la cabeza y ajustarse detrás de las orejas.
- Las gafas se deben centrar y la correa debe descansar en la parte baja detrás de la cabeza.
- Las correas elásticas deben estar en buen estado.
- Se vigilará que las partes móviles de los protectores de los ojos y de la cara tengan un accionamiento suave.
- Los elementos regulables o los que sirvan para ajustar posiciones se deberán poder retener en los puntos deseados sin que el desgaste o envejecimiento provoquen su desajuste o desprendimiento.
- Deseche los lentes picados o rayados.
- Los lentes deben estar limpios y desempañados. Hágalo a diario de acuerdo con las instrucciones que dé el fabricante. La falta o el deterioro de la visibilidad a través de los oculares, visores, etc. es un origen de riesgo.
- Con el fin de impedir enfermedades de la piel, los protectores deben desinfectarse periódicamente y siempre que hayan sido expuestos a sustancias peligrosas, siguiendo las indicaciones dadas por los fabricantes, para que el tratamiento no afecte a las características y prestaciones de los distintos elementos.
- Para conseguir una buena conservación, las gafas se guardarán limpias y secas en sus correspondientes estuches a prueba de polvo. Si se quitan por breves momentos, se pondrá cuidado en no dejarlas colocadas con los oculares hacia abajo, con el fin de evitar arañazos.
Publicado en la Revista Seguridad Minera n°124.
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