El reporte «Ríos sanos. Gente sana. Abordando la crisis de mercurio en la Amazonía», elaborado por Dalberg para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), contiene varias medidas y recomendaciones que las autoridades nacionales y partes interesadas pueden llevar a cabo para proteger un tesoro ambiental único que alberga la mayor biodiversidad del mundo y sustenta a más de 34 millones de personas.
A pesar de su vital importancia, la Amazonía enfrenta amenazas significativas en la actualidad. De acuerdo con la WWF, la minería de oro artesanal y de pequeña escala, una fuente clave de subsistencia en la región, utiliza extensivamente mercurio en su proceso, liberándolo posteriormente en agua y aire. La contaminación, transportada lejos de las minas, tiene impactos irreversibles en la flora y fauna, afectando negativamente la salud, productividad y calidad de vida de quienes dependen de la Amazonía.
Las políticas gubernamentales deben incluir regulaciones específicas que protejan a los recursos naturales de la contaminación permanente ocasionada por actividades mineras. En ese sentido, la WWF especifica las siguientes medidas.
Establecer zonas de impedimento (“no-go”) así como áreas protegidas
Los gobiernos deberán identificar zonas de crítico valor ambiental y social y priorizar su protección contra actividades destructivas. Deberán promulgarse nuevas leyes que prohíban la minería y demás industrias perjudiciales dentro de estas áreas “no-go”, instituyendo estrictas penalizaciones y multas por el quebrantamiento de las mismas. Se deberá utilizar una perspectiva ecológica integral en cuanto a la designación de zonas de impedimento, tomando en cuenta que el uso del mercurio puede afectar a áreas prístinas aún cuando no se encuentren cerca del lugar donde tienen lugar las actividades mineras.
Robustecer los mecanismos nacionales que apoyen a los mineros en la adopción de prácticas limpias
La ausencia de asistencia financiera y técnica constituye una barrera clave que evita que los mineros adopten prácticas libres de mercurio. Los gobiernos deberán proporcionar apoyo substancial y a largo plazo para asegurarse que los mineros puedan utilizar las herramientas y técnicas que precisan para optar por minería desprovista de mercurio.
Mantenerse responsables de la ejecución y cumplimiento de políticas nacionales e internacionales
Como administradores de los territorios y pueblos a quienes sirven, los gobiernos Amazónicos deberán rendir cuentas por el papel que desempeñen en la protección de los recursos y valores de la región. Esto precisa de transparencia de gestión y monitoreo de sus impactos. También requiere de voluntad para adaptarse a circunstancias y necesidades cambiantes, si es que se quiere asegurar un cambio exitoso y perdurable.
Por otro lado, las comunidades mineras deben adaptarse a nuevas políticas gubernamentales, con los compradores de oro del sector privado priorizando cadenas de suministro libres de mercurio. Incentivos financieros, como el acceso a mercados de mayor nivel, motivarían a los mineros a colaborar con programas gubernamentales y así incentivar la colaboración entre todas las partes involucradas. Sin embargo, se requiere asistencia técnica y respaldo financiero para que los mineros adopten prácticas libres de mercurio. Los compradores del sector privado, además, deben desempeñar un papel activo, estableciendo visibilidad en sus cadenas de suministro y asegurándose de que el oro provenga de prácticas sustentables.
La WWF precisa que las organizaciones de la sociedad civil pueden colaborar con gobiernos locales, educar a las comunidades mineras y sensibilizar al público para fomentar la exigencia de productos responsables. Los esfuerzos facilitarán la colaboración de todas las partes interesadas, promoviendo un cambio integral hacia un impacto sostenible.
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