El calor es uno de los contaminantes físicos ambientales que más puede afectar al mundo laboral especialmente en determinadas épocas del año.
La acción directa del calor sobre el cuerpo desencadena dentro de nuestro organismo una defensa contra esa elevación de temperatura, para tratar de mantener la temperatura interna dentro de unos parámetros.
Las condiciones ambientales que afectan al cuerpo humano son la temperatura del aire, la humedad relativa, la temperatura radiante emitida por los focos de calor y la velocidad del aire.
Lo habitual es que a los trabajadores expuestos, el calor produzca incomodidad en el trabajo o disconfort, pero en ocasiones si las condiciones son extremas, la incomodidad se transforma en peligrosidad o toxicidad para la vida y la salud.
Prevención y protección
Para controlar las exposiciones a exceso de calor o estrés térmico por calor, se pueden adoptar una serie de medidas de prevención y protección. En todos los casos, el objetivo principal es prevenir el golpe de calor, que es una amenaza para la vida y la alteración más grave relacionada con el calor.
Medidas para aplicar sobre la fuente de calor o foco emisor
- Protección contra fuentes de calor internas
- Elegir los equipos que emitan bajas cantidades de calor o que lo hagan fuera del ambiente de trabajo.
- Frente a calor radiante: apantallamiento o encerramiento mediante barreras: para conseguir un aislamiento térmico, obteniendo de esta forma aumentar la resistencia térmica entre un foco caliente y otro frío.
- Protección contra fuentes de calor externas
- Instalación de barreras (persianas, toldos, cristales tintados, etc.).
- Aumento del coeficiente de reflexión de paredes (por ejemplo, mediante la utilización de colores claros, cristales reflectantes, etc.).
- Aumento del intercambio térmico con el aire exterior (establecimiento de corrientes de aire).
- Aumento de la resistencia térmica de las paredes (estableciendo cámaras de aire o aislamientos).
Medidas para aplicar sobre el medio
Las medidas que se pueden adoptar para controlar la propagación del calor convectivo se basan fundamentalmente en la ventilación de los locales. En algunos casos se podrán diseñar sistemas de climatización que permitan la entrada de aire nuevo y fresco, con objeto de crear un microclima en el puesto de trabajo.
En los focos ajenos al proceso, con objeto de reducir la transmisión del calor por iluminación, se pueden adoptar las siguientes medidas: centralizar reactancias y ventilar; mejorar el rendimiento luminotécnico; utilizar luminarias ventiladas o con intercambiador de calor incorporado; aprovechar la estratificación; y tratar de reducir la transmisión de calor generado por los motores.
Medidas para aplicar sobre los individuos o trabajadores expuestos
Para controlar la exposición del trabajador a temperaturas extremas, podemos actuar en tres campos:
- Reducción de la producción del calor metabólico
- Disminuyendo la carga de trabajo o distribuyéndola a lo largo de toda la jornada.
- Automatizando o mecanizando el proceso o aplicando útiles que reduzcan el esfuerzo físico.
- Alejamiento de las zonas de calor.
- Limitación de la duración de la exposición
- Distribuir el volumen de trabajo e incorporar ciclos de trabajo-descanso. Es preferible realizar ciclos breves y frecuentes de trabajo descanso que períodos largos de trabajo y descanso.
- Rotación de los trabajadores en los puestos con riesgo por el calor.
- Prever los descansos en ambientes frescos, con suministro de agua fresca.
- Programar los trabajos más duros en horas menos calurosas.
- Creación de un microclima en el puesto de trabajo
- Instalación de cabinas climatizadas, sobre todo en trabajos sedentarios.
- Utilización de áreas de descanso con aire acondicionado.
- Establecimiento de corrientes de aire en el puesto de trabajo para evitar el estrés en exposiciones intensas al calor.
- Control médico
- Garantizar una vigilancia de la salud específica a los trabajadores expuestos a situaciones límites de calor mediante exámenes previos al ingreso y periódicos.
- Considerar previamente aquellos trabajadores que sean susceptibles al daño sistémico por el calor.
- Información al trabajador
- Información sobre el reconocimiento de síntomas de sobrecarga térmica.
- Información a los trabajadores sobre la carga de trabajo y el nivel de estrés por calor, así como sobre la necesidad de reponer las pérdidas de líquidos mediante agua y sal.
- Aconsejar y controlar a aquellos trabajadores que estén con medicación que pueda afectar a la normalidad cardiovascular, a la tensión sanguínea, a la regulación de la temperatura corporal, a las funciones renal o de las glándulas sudoríparas, y a aquellos que abusen o estén recuperándose del abuso del alcohol o de otras intoxicaciones.
- Fomentar estilos de vida sana, peso corporal ideal y el equilibrio de los electrolitos.
- Facilitar información al trabajador sobre la incidencia que tiene para el riesgo de estrés térmico el cumplimiento de unas adecuadas prácticas laborales y personales.
- Se proporcionará al trabajador ropa de trabajo adecuada, ligera, no voluminosa y que no dificulte sus movimiento.
Se elegirá la protección personal mediante ropas de trabajo adecuadas, que sean eficaces para el trabajo específico a realizar y teniendo en cuenta las condiciones de ubicación.
Esta vestimenta reunirá las siguientes características: ser ininflamables, impedir la entrada de calor ambiental y permitir la transpiración.
Se fomentará el uso de pantalones largos y camisa de manga larga, no ajustados, de tejidos ligeros y color claro, así como el uso de protección de la cabeza.
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