Vital. El oxígeno es el elemento del aire que el hombre respira para subsistir. Es un gas incoloro, inodoro e insípido en su estado normal es la fuente de la combustión y mantiene la vida.
El oxígeno es absorbido por los glóbulos rojos y llevado por ellos a todos las partes del cuerpo. Allí reacciona con las sustancias grasas, produciéndose la combustión que mantiene la temperatura del cuerpo y, con ello, la vida misma. Como consecuencia de esta combustión se genera el anhídrido carbónico que es eliminado por exhalación. Una alta disminución de oxígeno causa la muerte.
El aire se compone de 21% de oxígeno y 78% de nitrógeno en volumen y el otro 1% otros gases. Si el porcentaje de oxígeno se reduce ya sea mediante la eliminación de oxígeno o la adición de otros gases, el efecto es que la concentración de oxígeno resultante podría ser inferior a 21%, lo que se denomina deficiencia de oxígeno.
El hombre respira más fácilmente y trabaja mejor cuando el contenido del oxígeno se mantiene aproximadamente en 21%. Cuando baja a 15%, los efectos en él serán respiración agitada, aceleración de los latidos del corazón, zumbido de los oídos y desvanecimiento. La pérdida del conocimiento vendrá cuando el contenido de oxígeno baja del 12%.
A cualquier disminución del porcentaje normal de oxígeno en el ambiente se le llama deficiencia de oxígeno, la cual puede ser producida por las siguientes causas:
- Pérdida de oxígeno del aire por oxidación de minerales o su consumo por la materia orgánica.
- Mezcla con otros gases. Sucede en el caso de explosiones, incendios, disparos o emanaciones de gases de estratos rocosos.
- Pérdida de oxígeno por el consumo de personas y máquinas.
En caso de falta de oxígeno causada por los gases tóxicos o inflamables, el riesgo de los efectos tóxicos o inflamables del gas puede ser mayor que la causada por deficiencia de oxígeno, señalan especialistas de la empresa española Abelló Linde (suministradores de gas).
Debe recordarse que los sentidos del ser humano no detectan la deficiencia de oxígeno. Tradicionalmente, un buen método para detectar la deficiencia de oxígeno es con la llama del fósforo, siempre y cuando no se trate de minas de carbón pues en estas existen gases altamente explosivos como el metano. La razón estriba en que la llama de una vela o de un fósforo se apaga cuando el contenido de oxígeno baja del 16%.
En la actualidad, la mayoría de empresas mineras utiliza instrumentos de medición disponen de una alarma audible o visual en caso de deficiencia o enriquecimiento de oxígeno. Por lo general, dichos instrumentos no indican si los gases que pueden conducir a la deficiencia de oxígeno, son nocivos, tóxicos o inflamables. Si se sospecha la presencia de estos gases se utilizarán instrumentos específicos de medición de gases.
Deja un comentario