Minera La Zanja, la mina más joven del grupo Buenaventura, aprende rápido. Para iniciar operaciones hace tres años, tomó la columna vertebral del sistema de gestión que tiene la casa matriz y a partir de ahí creó su propio sistema. Lo interiorizaron y aplicaron con resultados positivos, que le han valido ya dos reconocimientos nacionales consecutivos en la premiación más importante de seguridad que otorga el ISEM cada año.
Las operaciones mineras de tajo abierto de La Zanja se encuentran ubicadas en el distrito cajamarquino de Pulán, a unas tres horas por carretera de la ciudad de Cajamarca. Allí, el esfuerzo pujante y sostenido de todos sus colaboradores ha permitido forjar un sistema de gestión basado en el compromiso de todos, el trabajo ordenado, consecuente y responsable en todas las exigentes actividades diarias.
“Desarrollar los trabajos diarios de acuerdo a los procedimientos establecidos y, en forma paralela, estar atentos a las condiciones inadecuadas para corregirlas en forma proactiva: evaluando riesgos y evitando pérdidas futuras, es un trabajo conjunto que realizamos todos los colaboradores de La Zanja”, expresa el ingeniero Alex Lobo Guillén, Gerente de Unidad de Minera La Zanja SRL.
Así laboran todos los días los 2,000 trabajadores en las operaciones de mina, planta de procesos,construcción y actividades auxiliares, donde más del 60% de la fuerza laboral es local. He aquí otro mérito, pues para incorporar fuerza laboral de comunidades alto andinas con escasos recursos para su preparación laboral, la alta dirección de La Zanja ha tenido que realizar un gran esfuerzo de capacitación e inducción de trabajo seguro.
En líneas generales, el sistema de gestión de La Zanja está alineado con la legislación peruana vigente y respaldado por normas internacionales como OHSAS 18001 y el Sistema de Control de Pérdidas que buscan la mejora continua y la identificación permanente de causas básicas para prevenir pérdidas a través de la corrección.
Con ideas propias
En forma específica, el sistema gestión de La Zanja fue enriquecido y ajustado según su propia realidad y necesidades, teniendo en cuenta su suelo y clima: nubes densas, fuertes lluvias, tormentas eléctricas y caída de rayos, entre otros, explica el Ing. Víctor Fajardo, Superintendente de Seguridad y Salud Ocupacional.
En este contexto, en el tema de tránsito (movilización de maquinaria pesada, camiones y volquetes que transportan mineral o desmonte) lo que hicieron fue implantar luces LED en la parte posterior de los volquetes, donde está la tolva, de manera que todo el tiempo es visible y no sólo por momentos, como cuando las luces están a la altura de los neumáticos. Esta idea incluso, ha sido tomada por la empresa Scania y la ha incorporado en la mejora de su diseño de volquetes, así como también la han replicado en algunas otras minas.
Y las cintas reflectivas amarillo limón en grado diamante la incorporaron a las estacas con luces estroboscópicas azules para delimitar mejor el camino. Esto permite que en las noches o en presencia de neblina, el operador tenga mejor visibilidad de la ruta que debe seguir. Según su sistema de gestión, en caso de neblina extrema, cuando no se puede visualizar más allá de los 20 metros de distancia, la operación debe parar. Por eso, las estacas del camino las han ubicado exactamente a 10 metros de distancia, así cuando el operador solo visualiza dos estacas, sabe que inmediatamente se deben parar las operaciones.
En el caso de las tormentas eléctricas, las enfrentan con detectores de tormentas y procedimientos establecidos de alerta. Los avisos se envían por radio, celulares y mensajes de internet. En caso de alerta roja, todos evacúan hacia los refugios.
Otro de los mayores riesgos que enfrentan los colaboradores de La Zanja es el manejo del cianuro. En este caso el problema es abordado a nivel de ingeniería, principalmente. Primero la construcción del tanque es totalmente hermética y cuando la bolsa de cianuro se se manipula también ingresa a una cabina cerrada que el operador dirige a través de un mando a distancia, sin ningún contacto con la sustancia. Pero aún así, tienen detectores de gas cianhídrico y, en forma adicional, el operador está totalmente aislado con un equipo de protección completo y un detector de gas personal.
Línea de supervisión
Al inicio de la operación, uno de los principales retos que asumieron los supervisores de La Zanja fue unificar criterios, debido a que todos venían de experiencias distintas y, por lo tanto, con diferentes criterios y formas de trabajo. El primer reto fue unificar criterios: lo hicieron mirando hacia adentro, es decir, evaluando los retos y condiciones que imponía la mina.
El segundo reto fue eliminar la brecha que había entre los supervisores y el trabajador, pues la falta de confianza dificultaba la información rápida y oportuna de incidencias. El acercamiento se consiguió realizando dinámicas de compartir los almuerzos, interactuando sobre temas cotidianos e, incluso, con algo tan sencillo como contar chistes, y al final de las dinámicas se incluía temas de seguridad.
Por ejemplo, en mayo se habla de tránsito, ya que en junio se tiene la mayor cantidad de trabajadores y conductores; en agosto se habla sobre las lluvias y tormentas eléctricas que empiezan en setiembre, etc. Con este acercamiento mejoraron significativamente los informes que permiten identificar incidentes y, sobre todo, que facilitan manifestar ideas de cómo resolverlos, pues “los trabajadores tienen muy buenas ideas, solo hay que escucharlos”, afirma el Ing. Fajardo.
“Un trabajador, por ejemplo, tuvo la idea de pintar de negro los conos color naranja y sobre ese fondo oscuro ponerle la cinta amarilla limón. Resulta que ese contraste tiene un efecto visual espectacular ¡y fue idea de un trabajador!”, destaca el Ing. Fajardo. Ahora en La Zanja, este contraste se replica no solo con los conos, sino con los barriles vacíos de 50 galones que, además de reusarlos, ahora sirven de delineadores efectivos en las vías y carreteras, sobre todo en el área de operaciones.
“Son nuestras condiciones ambientales las que nos han hecho modificar varios procedimientos. Si nos limitamos al clásico control para la operación, en realidad nunca hubiéramos sacado mineral. Las condiciones climatológicas son las que nos indican qué debemos hacer y cómo debemos hacerlo”, afirma el Ing. Fajardo, tras indicar que no hay una sola área de las operaciones donde no esté implementado el sistema de seguridad: desde la cocina hasta las oficinas, pasando por la vigilancia e involucrando a los contratistas y visitantes.
De igual a igual
El involucramiento se orienta también hacia los contratistas. Por ley, todas las contratistas están obligadas a tener un sistema de gestión, pero en La Zanja se pide que lo adecúen a la realidad de la mina y a su sistema de gestión, porque todos los trabajadores, sean empleados directamente por la empresa o una contrata, tienen que estar alineados.
En este aspecto han tenido buenos resultados también, a tal punto que la empresa Coansa, por ejemplo, que es una de sus principales contratistas, alineó su sistema de gestión al de La Zanja, y luego de ello alcanzó la certificación bajo los estándares de OHSAS 18001.
Si bien aún falta para llegar a una cultura de seguridad, en la compañía minera tienen el reto de caminar en ese sentido, continuar con cero accidentes mortales y bajar los indicadores de frecuencia y severidad. De igual manera, se trabaja en la continuación de las conversaciones de seguridad, que son tareas de la supervisión y que actualmente están entre 96 a 98% de cumplimiento.
«Este año estamos implementando el subárea de Higiene Industrial (dentro de Seguridad y Salud Ocupacional), con un plan a largo plazo”, manifiesta el Ing. Fajardo. El plan es que Higiene trabaje en conjunto con el área de Salud Ocupacional, para que no se limiten a efectuar los rutinarios exámenes médicos ocupacionales, sino que además, evalúen lo peligros in situ y las medidas de control que se deben implementar, para que los trabajadores no solo estén seguros, sino también sanos.
Sin duda, el reconocimiento que La Zanja ha recibido en el XVII Concurso Nacional de Seguridad por el ISEM es fruto del trabajo que realizan día a día. En su primer año de gestión, fueron reconocidos como la cuarta operación más segura a nivel nacional; en su segundo año, con el tercer lugar y, por este camino, es muy probable que el próximo año sus indicadores lo acerquen al primer lugar. Sin lugar a dudas, La Zanja está en el grupo de las operaciones mineras más seguras en el país.
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OLMER dice
Saludos cordiales y felicitaciones Ing. Fajardo y todos los que conforman el gran logro obtenido y demostrar que la seguridad es lo primero que se debe cultivar día a día.
Ing. He perdido contacto con Ud. quisiera por favor me brinde alguna forma como comunicarnos.
Atte.
OLMER TINEO SOSA