La inversión en tecnología no solo permite a las compañías mineras mejorar la seguridad de sus trabajadores, sino también aumentar su productividad. En lugar de verlo como un gasto, muchas empresas están invirtiendo en nuevos equipos, sistemas y simuladores para mejorar sus operaciones mineras. Un ejemplo interesante de esto se ha dado en Brasil, donde una compañía minera ha invertido en tecnología avanzada para mejorar la eficiencia y seguridad de sus operaciones.
La mina Carajas de Vale es el complejo minero de hierro a cielo abierto más grande del mundo, que opera simultáneamente cinco minas a cielo abierto en la región. Es el mayor productor de mineral de hierro en operación.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la operación de la mina es la variabilidad en el rendimiento de los tiempos de carga de los camiones dentro del grupo de operadores de pala mecánica. Para resolver este problema, Vale Carajas decidió aplicar la misma metodología de mejora continua utilizada con éxito en la flota de camiones a los operadores de pala mecánica.
Para lograrlo, utilizaron el simulador de alta fidelidad PRO3-B y un kit de conversión para las Palas mecánicas Cat 7495. También implementaron una inspección previa al inicio del trabajo y un proyecto de mejora continua.
Los resultados obtenidos fueron una reducción del tiempo de carga del 14% en el grupo capacitado y un aumento del 2% en el grupo no capacitado.
La aplicación de tecnologías de simulación como el PRO3-B y la capacitación continua de los operadores son una tendencia en la industria minera, que busca mejorar la eficiencia y la seguridad en las operaciones mineras. Además, la implementación de mejoras en la productividad, como en este caso, pueden ser beneficiosas para el medio ambiente al reducir el tiempo de funcionamiento de la maquinaria.
Es así como Vale Carajas es un ejemplo de cómo la innovación y la tecnología pueden mejorar la eficiencia en la minería y ayudar a alcanzar objetivos de sostenibilidad.
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