La Administración de Seguridad y Salud en la Minería de Estados Unidos (MSHA, por sus siglas en inglés) llevó a cabo la más reciente edición de la campaña nacional “Stand Down to Save Lives”, cuyo eje central se enfocó en dedicar un tiempo específico de la operación a reforzar el reconocimiento de peligros y las prácticas preventivas en todos los tipos y tamaños de minas.
La fecha focal de actividades se estableció en el 10 de julio de 2025, día alrededor del cual la agencia convocó a la comunidad minera a “detenerse” momentáneamente para evaluar riesgos críticos, revisar condiciones y fortalecer la cultura de seguridad y salud con un sentido de permanencia diaria.
Durante la jornada, la MSHA promovió que operadores, supervisores, formadores y trabajadores realizaran pausas estructuradas de trabajo destinadas a dialogar abiertamente sobre los peligros frecuentes, efectuar inspecciones de lugares y equipos, y ejecutar sesiones de capacitación significativa orientadas a riesgos recurrentes en la industria.
La edición 2025 adoptó el tema “Stand Down to Save Lives: Detect the Danger”, mensaje que remarcó la importancia de identificar señales de advertencia antes de que se materializaran incidentes graves o fatales, reforzando la vigilancia preventiva como pilar de la gestión de riesgos.
Autoridades de la agencia habían subrayado en comunicados previos que estas intervenciones colectivas constituían una oportunidad para consolidar un compromiso compartido con la reducción de fatalidades, lesiones serias y enfermedades ocupacionales, insistiendo en que la colaboración entre trabajadores, operadores y organizaciones sindicales hacía más segura la actividad minera.
El llamado oficial reiteró prácticas clave: mantener discusiones francas sobre peligros, realizar exámenes minuciosos de las áreas de trabajo y de los equipos, y asegurar que toda la fuerza laboral recibiera formación adecuada y actualizada, alentando además a que los mineros ejercieran su voz para reportar condiciones inseguras.
La campaña se enmarcó en una continuidad de esfuerzos iniciados en años anteriores para revertir tendencias de accidentes fatales y reforzar el uso de herramientas regulatorias, educativas y de cumplimiento, incluyendo la difusión de alertas y recursos digitales destinados a elevar el estándar de desempeño preventivo.
MSHA invitó a los participantes a reportar sus actividades y resultados, enfatizando que la efectividad sostenida dependía de trasladar el “alto” momentáneo de la campaña a una práctica cotidiana de identificación y eliminación de peligros, bajo el principio de que la seguridad era una responsabilidad compartida en cada turno.
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