Siguiendo la tendencia de las grandes compañías en el mercado internacional, la minera Freeport-McMoRan Inc (FCX.N) está convirtiendo su flota de camiones diésel y otras máquinas a energía eléctrica o de hidrógeno. La inversión es clave para reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio el climático; el problema es que aún no se conocen los costos de la operación según el presidente ejecutivo, Richard Adkerson.
Freeport tiene aproximadamente 600 camiones de transporte, algunos de los cuales mueven más de 400 toneladas de tierra por carga, y muchos otros equipos. Las dimensiones de la operación hizo que la compañía compre 180 millones de galones de diésel en 2020, según documentos regulatorios.
«Tenemos que hacer inversiones para reducir las emisiones de carbono. Vamos a hacer eso. Va a costar algo de dinero», sostuvo Adkerson.
La compañía con sede en Phoenix (Estados Unidos) está probando camiones eléctricos y de hidrógeno. También está estudiando otras fuentes de combustible para su planta de energía a carbón en Indonesia, donde opera la segunda mina de cobre más grande del mundo.
La energía representa aproximadamente el 20% de los costos operativos anuales de Freeport, aunque aún no está claro cómo podría cambiar eso una vez que se convierta toda la flota. «Habrá un impacto en la oferta como resultado de convertir todo esto. Hay más preguntas que respuestas en este momento», agregó.
A pesar de la incertidumbre, Adkerson insiste en que es absolutamente necesario que Freeport reduzca las emisiones al mismo tiempo que mejoran la productividad. «El mundo va a necesitar cobre y, sin embargo, la minería del cobre tiene emisiones».
Otros frentes
Además de reducir las emisiones de carbono, FCX.N apuesta por la conservación de especies y la gestión eficaz de desechos mineros. «Fomentamos diversas asociaciones con partes interesadas globales en los sectores privado, público y civil para lograr una mayor responsabilidad y promover la eficacia a largo plazo de nuestros proyectos de biodiversidad. Estas colaboraciones a menudo sirven como base para nuestro alcance comunitario y oportunidades de educación STEM para ayudar a desarrollar la capacidad de los estudiantes de todas las edades», sostiene la compañía.
La gestión de desechos, por su parte, está centrada en la implementación de prácticas para identificar, categorizar, almacenar y administrar los desechos no mineros. «Nos esforzamos por aumentar el reciclaje y la reutilización de materiales en nuestras operaciones siempre que sea posible. Evaluamos nuestros flujos de desechos peligrosos y, cuando es posible, sustituimos materiales con menor toxicidad en nuestros procesos», agregaron.
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