La gestión de la seguridad y salud requiere un enfoque preventivo basado en el liderazgo efectivo de la alta gerencia. Para ello es necesario cambiar el paradigma que guía los sistemas de gestión, y de esta manera, elevar los estándares y el desempeño en seguridad.
Objetivo
Contribuir al mejoramiento de los cuadros gerenciales bajo el enfoque de una cultura de liderazgo para alcanzar un manejo adecuado y responsable de la seguridad forma parte del propósito de elevar el nivel de los estándares de desempeño, de forma que coadyuven al fortalecimiento de la competitividad en las organizaciones. Es necesario incorporar en la mente y corazón de la plana ejecutiva, este nuevo paradigma: «si la gestión de seguridad es exitosa, la producción será mayor y mejor».
Resumen
El éxito de cualquier gestión de seguridad implica cambiar el tipo de cultura de la organización, logrando que se instaure transformando el funcionamiento y la vida en la empresa. Este hecho se traduciría en el accionar diario que podría ser medido a través de las actitudes, comportamiento y compromiso de todo el personal.
El manejo responsable de la gestión integral de riesgos en las grandes corporaciones, convertida en una nueva corriente mundial, se ve plasmada por la práctica permanente de un conjunto de rasgos culturales claves del personal estratégico (alta gerencia), los cuales hacen posible un liderazgo efectivo y facilitan el proceso de mejoramiento continuo y la maximización de las utilidades de las empresas.
Insertarse en esta evolución, trabajar en equipo, conferir poder a la gente, cimentar una empatía permanente, buscar nuevas y mejores formas de ejecutar las tareas, el reconocimiento visible, la retroalimentación positiva, así como la erradicación y reemplazo de los antiguos paradigmas, son prácticas comunes en las empresas competitivas.
Preguntas claves
La seguridad es un concepto básico que, en teoría, debería ser simple de experimentar; después de todo, nadie quiere accidentarse, perder un brazo y menos morir. Desdichadamente, la realidad nos muestra una historia diferente.
La actitud, el comportamiento y la cultura, juegan un papel principal, determinando éxitos o fracasos. Por tal razón, en el proceso de evaluación inicial de cualquier compañía, las siguientes preguntas resultan fundamentales:
- ¿Cuál es el nivel actual de la empresa en la gestión de seguridad?
- ¿Hasta dónde quiere llegar en seguridad?
- ¿Qué tiene que hacer?
Este tipo de inquisiciones permitirán no solo evaluar la cultura de seguridad en la organización, sino también obtener una clara visión de cual es el lugar de la empresa respecto a este concepto.
Cambiar paradigmas
Más del 80% de incidentes se relaciona con los riesgos a los que está expuesto el personal. Sin embargo, gran parte del llamado «correr riesgos» es el resultado de fallas en los sistemas de gestión, en las prácticas de trabajo o en el diseño de los equipos.
Estas insuficiencias de los controles son producidas por el tipo de cultura de seguridad (creencias o percepción de valores) que manejan gerentes y trabajadores en una empresa. Esta es la fuente más profunda de los problemas de seguridad. No obstante, los análisis de ocurrencias que hacemos, rara vez detectan estas causas.
Paradigma: es la forma cómo los individuos perciben las cosas. En el sentido más general, es el modo en que vemos el mundo. No en los términos de nuestro sentido de la vista, sino como percepción, comprensión e interpretación. Stephen R. Covey dijo que «si usted quiere cambios pequeños, trabaje en el cambio de su conducta, si quiere cambios significativos, trabaje en el cambio de sus viejos paradigmas». Suscribimos plenamente la propuesta.
Liderazgo: factor clave
Actualmente, las empresas están en la búsqueda constante de líderes verdaderos, pero como dice Peter Drucker: «Los líderes de negocio, son el recurso más básico y escaso de cualquier empresa». El liderazgo no es un puesto, es un proceso.
El dominio de los líderes no es el pasado ni el presente. Es el futuro. El mundo actual, y con mayor razón nuestro país, está reclamando la aparición y presencia de líderes verdaderos, que guíen y logren que el principio de la seguridad se integre en la mente y el corazón de la gente.
Artículo publicado en Seguridad Minera Nº58. escrito por Jerry Rosas Team Consulting
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