Mediante la neurociencia podemos comprender cómo y por qué los individuos toman decisiones, así como los elementos estructurales del cerebro que influyen e intervienen sobre las personas. La neurociencia puede cumplir un papel transformador en la seguridad de una empresa, mejorando la prevención de accidentes laborales.
De acuerdo con Marcelo Stocker Seguel, gerente general de IGP Consultores Chile, existen cuatro factores importantes en el desempeño de seguridad del trabajo:
- Planificación: focaliza la atención, recurso cognitivo que es extremadamente escaso.
- Carga de trabajo: no administrada, minimiza la efectividad en la toma de decisiones.
- Estado emocional: privilegia la supervivencia y la satisfacción de corto plazo.
- Entorno de trabajo: cuando un trabajo es desordenado o subestándar, incita a tener conductas subestándares.
También señala que hay aspectos claves de nuestro cerebro que se deben tomar en cuenta, por ejemplo:
- Solo procesa tres o cuatro bloques de información a la vez.
- Solo puede mantener la atención sostenida durante un máximo de 10 minutos.
- En caso de verse comprometida su supervivencia activa respuestas de arrancar, pelear o no hacer nada.
- 95% del tiempo opera en piloto automático.
- Privilegia el placer y el ahorro de energía.
- Cuando se acostumbra a convivir con el riesgo deja de percibirlo como tal.
Considerando todo ello, Stocker Seguel menciona que la neurociencia puede ayudar a cambiar conductas operacionales, a desaprender el convivir con algunos riesgos que pueden ocasionar accidentes y a comprometer al equipo de trabajo, entre otros.
La neurogestión adaptativa de riesgos operacionales puede salvar vidas. El experto indica que primero se debe identificar por qué se producen fallas críticas, para luego, en segundo lugar, establecer controles sobre esas fallas.
Pero los controles de las fallas críticas no son suficientes, pues detrás siempre van a haber personas, dice Stocker, por lo que allí intervienen factores adaptativos o gestión adaptativa. «Debe haber controles adaptativos que ayuden a minimizar esos errores».
Los factores adaptativos tienen que ver con la supervivencia, situación ante la cual la persona tiene respuestas de arrancar, quedarse inmóvil o pelear, pero ninguna permite pensar. Hay que tener un plan para ello, porque por más que se tenga controles en la organización, en algún momento van a fallar.
Los controles adaptativos también pueden fallar producto de factores del entorno, agrega. Ante ello, la clave está en tener controles operacionales.
Los factores organizacionales son importantes, pues respaldan los factores críticos. Entre ellos están los equipos, la capacitación, la organización, la comunicación, las metas, los procedimientos, la cultura organizativa y la gestión del cambio.
«Si no me aseguro que estos controles organizacionales estén operativos, en algún momento el control critico fallará y terminará manifestándose en un accidente», remarca Marcelo Stocker.
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