El crecimiento descontrolado de la minería ilegal e informal ha alcanzado niveles alarmantes en diversas regiones de Perú. En la sierra peruana, concretamente en el distrito de Apurímac, la actividad minera emerge como una de las principales fuentes de ingresos económicos para la región. A pesar de la bonanza económica que genera, este sector también enfrenta de manera continua el desafío representado por los mineros ilegales. Esta problemática ha sido objeto de atención y abordaje por parte de la región durante varios años.
Según un informe elaborado por V&C Analistas, la producción de minería informal ha experimentado un inquietante aumento, incrementándose a una tasa anual del 11.7% en la última década. Este crecimiento no regulado ha dejado huellas preocupantes en el medio ambiente, manifestándose a través de la deforestación y la contaminación del agua. Además, ha generado consecuencias sociales significativas, como conflictos en comunidades locales y riesgos para la salud de quienes residen en esas áreas.
Desde una perspectiva económica, la minería informal desplaza actividades legales y tiene un impacto negativo en los ingresos fiscales. La presencia de grupos ilegales en este ámbito también contribuye a un aumento general de la inseguridad en las regiones afectadas. Estos hallazgos resaltan la urgencia de abordar y regular esta problemática para mitigar sus impactos adversos en el medio ambiente, la sociedad y la economía.
“En la región de Apurímac, tenemos 7700 mineros formales; los que están fuera de ello, corresponden a mineros ilegales. Estos son aquellos que no cuentan con la documentación necesaria para que nosotros podamos realizar acciones de fiscalización. Si estos actores no están en el Reinfo, no tenemos cómo identificarlos (…) Minero que está en el Reinfo sabe que tiene obligaciones ambientales, además permite a las direcciones regionales continuar con las acciones de supervisión, fiscalización y capacitación”, menciona José Raúl Farfán, director de la Dirección Regional de Energía y Minas de Apurímac.
Recientemente la presidenta Dina Boluarte confirmó que los gobiernos regionales tendrán mayor presupuesto para el 2024, y que Apurímac está dentro de los gobiernos regionales que cumplieron las metas establecidas. En ese sentido, es imperante la necesidad de redoblar esfuerzos en la lucha contra la minería ilegal, a través de promover y consolidar la ley de formalización minera. La colaboración continua entre el Estado, los gobiernos regionales y las comunidades locales será esencial para implementar estrategias efectivas y avanzar hacia el desarrollo sostenible de Apurímac.
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