Con la finalidad de observar de manera permanente el estado que guarda la infraestructura industrial, investigadores de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Moscú, han desarrollado un sensor de presión mecánica. Este sistema determina el estado funcional de equipos o dispositivos sometidos a una fuerte presión mecánica, sin detener su funcionamiento.
El elemento sensible en el sensor es un microcable ferromagnético amorfo, el cual es cubierto con una capa de cristal, tiene un diámetro de 20 a 28 micrómetros y es fabricado con aleaciones de hierro y cobalto que le brindan propiedades magnéticas y de firmeza. El sensor ferromagnético puede usarse para controlar el estado de puentes, edificios y pilares de minas.
El jefe del laboratorio de mediciones magnéticas de la citada universidad, Serguéi Gudóshnikov, explica que en estos microcables las tensiones externas conllevan cambios considerables de magnetización que pueden registrarse con un esquema electrónico especial.
Señala que el sensor desarrollado en base a este efecto determina, según el diámetro del microcable, las presiones mecánicas aplicadas y registra el cambio de la longitud desde milésimas hasta décimas partes de un milímetro.
A diferencia de sensores de presiones mecánicas resistentes a la tensión, el nuevo sensor registra valores más altos de las deformaciones máximas y puede leer señales sin contacto (de modo electromagnético)”, explica Gudóshnikov, gestor del proyecto.
Según, estimaciones de expertos, la invención rusa es un 20 o 30 por ciento más barato que los dispositivos resistentes a tensión. El prototipo del sensor pasó sus primeras pruebas con éxito. A partir de 2017 comenzará a ser utilizado por el Ministerio Ruso de Emergencias.
Fuente: 20 Minutos.
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