Editorial. En los últimos años, ha venido cobrando cada vez con mayor fuerza una celebración especial: el Día del Trabajador Minero Metalúrgico. Bajo el marco del D.S. N 031-89-TR (publicado en el diario oficial El Peruano el 06/09/89), cada 5 de diciembre diversas empresas e instituciones vienen organizando actividades en reconocimiento a su papel fundamental en el desarrollo de este importante sector productivo para el país.
En el ISEM, como institución que agrupa a las principales empresas del sector, estamos muy ligados a dicho compromiso con los colaboradores, que no se manifiesta una sola vez al año sino que forma parte una misión institucional, expresada en nuestro lema: por una minería segura y productiva, es decir, que los trabajadores lleguen a casa sanos y salvos después de cada jornada.
La seguridad y salud en el trabajo es una pieza clave en la minería moderna y así lo entienden las empresas titulares. En el proceso de construcción de una nueva cultura de seguridad –que requiere un trabajo de largo plazo– es significativo el involucramiento de las empresas especializadas y proveedoras, pero sobre todo de los trabajadores.
Así lo podemos comprobar en los diversos cursos, seminarios, talleres y otras actividades que venimos organizando en los últimos años. Por ello, en la presente edición de nuestra revista publicamos una entrevista que repasa los principales aspectos de la capacitación en seguridad y salud de los trabajadores mineros, que en este año sobrepasa las 200 mil personal como población total.
La seguridad es una tarea de todos los estamentos, desde la alta dirección y gerencias de las empresas, pasando por el nivel de supervisión hasta llegar a los hombres que están en el frente de trabajo. Todas las energías están enfocadas en el trabajador minero como constructor de su propia seguridad y la de sus compañeros. Durante los últimos años los esfuerzos desplegados han sido incesantes y positivos, lo que se demuestra en los alentadores indicadores, los que todavía pueden mejorarse para alcanzar la aspiración máxima de cero accidentes laborales.
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