Frecuentemente los términos deficiencia, discapacidad y minusvalía auditiva son usados como sinónimos. Sin embargo, es necesario conocer estos tres conceptos claramente porque tienen significados e implicancias distintas.
Por ejemplo, el término deficiencia o defecto auditiva se refiere al cambio o desviación en el rango de normalidad que surge en la estructura o funciones auditivas. La discapacidad son las restricciones que la deficiencia impone a la capacidad de realizar una actividad dentro de lo que se considera normal.
Por último, impedimento o minusvalía se refiere a la desventaja que viene impuesta por ese cambio auditivo y que afecta las habilidades comunicativas en la vida diaria. Los tres conceptos están relacionados entre sí, uno depende del otro, estableciéndose una relación causal.
Los factores que contribuyen al impedimento auditivo son: edad del individuo, edad de aparición del deterioro auditivo, naturaleza y alcance de esta deficiencia, efecto que el deterioro auditivo ha causado en sus habilidades comunicativas, las necesidades comunicativas de la persona y la naturaleza de su entorno comunicativo, el tratamiento y/o rehabilitación recibida, el sentimiento individual hacia sus dificultades auditivas, la reacción del entorno que rodea al paciente y el historial de exposición a ruidos.
Es necesario no confundir deficiencia auditiva con tasa de minusvalía o incapacidad que resulta de la pérdida auditiva. El deterioro o defecto auditivo es un término general que hace referencia a la pérdida de la habilidad completa o parcial para oír por uno o ambos oídos y que conlleva una mayor o menor dificultad para la comunicación y el desarrollo de las competencias profesionales, diarias o sociales.
La pérdida auditiva, se refiere a la función del órgano auditivo tomado aisladamente. La discapacidad y la minusvalía son nociones mucho más complejas ya que implican las consecuencias de la pérdida auditiva sobre la vida social del individuo. Estos factores son más difíciles de precisar, dependen de la legislación del país, la naturaleza del informe que se realiza y otro déficit asociado.
El estudio de estos tres conceptos facilita la posterior rehabilitación audiológica que consiste en minimizar la discapacidad con la que el individuo se enfrenta a la pérdida auditiva y tratar de preveer la consecuente minusvalía.
La exposición a ruidos es una de las causas de deterioro auditivo más frecuente en la actualidad. El estudio y caracterización de las pérdidas inducidas por ruido, es fundamental en el ambiente laboral, especialmente cuando hay implícitas compensaciones económicas derivadas del diagnóstico.
Determinar la pérdida auditiva y definir la discapacidad es un proceso complejo, que implica considerar muchos aspectos, sin embargo el menoscabo auditivo binaural es un factor importante en el proceso de evaluación.
Existen varias metodologías (fórmulas) para hallar el menoscabo auditivo, todas ellas en función a los umbrales de frecuencias registradas en el audiograma.
La audiometría es un examen determinante en el diagnóstico, debe cumplir con todos los criterios de calidad establecidos para este examen, dentro de los más importantes son: calibración adecuada del audiómetro, la cabina acústica, la experiencia y certificación del médico evaluador y las condiciones óptimas del trabajador al momento del examen (no haber tenido cambio de altura mayor de 1000 msnm en las últimas 24 horas, no haber estado expuesto a ruido en las 14 horas previas al examen, no estar resfriado, haber dormido bien las 6-8 horas previas a la evaluación, no haber tomado medicamentos que alteren la concentración, vigilia y el estado de alerta).
Todos estos factores determinan la validez y confiabilidad de los resultados audiométricos, los mismos que con vigilancia adecuada permiten hacer un diagnóstico precoz.
El grado de pérdida auditiva diagnosticada en el trabajador permite tomar medidas preventivas y correctivas oportunas, con la finalidad de evitar el progreso de la enfermedad y que el trabajador llegue a estadíos avanzados de discapacidad y minusvalía. La rehabilitación estará orientada hacia las particularidades y características de cada individuo.
Artículo publicado en la revista Suguridad Minera n° 105. Escrito por la Dra. Consuelo Galeas, Directora Médico en Medical Center.
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