La minería se consolida como el motor económico del Perú. Entre enero y mayo de 2025, las exportaciones mineras alcanzaron US$ 21,600 millones, equivalentes a más del 60% del total exportado por el país, según cifras del Ministerio de Energía y Minas. Este desempeño posiciona al Perú como un productor global destacado de cobre, plata y zinc, pero evidencia un desafío estructural: la necesidad de actualizar sistemas eléctricos para garantizar operaciones seguras y eficientes.
Infraestructura convencional limita capacidad operativa
A pesar del incremento en producción y la diversificación de proyectos, numerosas operaciones mineras continúan dependiendo de sistemas eléctricos tradicionales. Estas instalaciones no permiten monitorear en tiempo real el estado de los equipos ni anticipar fallas que podrían derivar en paros prolongados. La ausencia de capacidades predictivas representa un riesgo especialmente crítico en zonas remotas, donde las interrupciones generan pérdidas económicas significativas y comprometen la seguridad de transportistas y personal operativo que trasladan mineral y suministros.
«Hoy la minería peruana está alcanzando niveles históricos de producción y exportaciones, pero para sostener este crecimiento necesita una infraestructura eléctrica más moderna, digital y segura», señaló Adriana Fonseca, directora de Industrial Automation para Schneider Electric.
Supervisión digital reduce riesgos operacionales
Las tecnologías de monitoreo avanzado permiten detectar anomalías en temperatura, carga eléctrica o vibraciones antes de que escalen a incidentes mayores. Esta capacidad predictiva resulta fundamental para mantener la continuidad en procesos críticos como chancado, bombeo y transporte de mineral. Los sistemas automatizados reducen la variabilidad operativa, optimizan el consumo energético y mejoran las condiciones laborales para trabajadores y transportistas que operan en entornos de alta demanda.
La automatización industrial transforma la gestión de plantas concentradoras y sistemas de distribución mineral, elevando la confiabilidad de procesos completos y minimizando la exposición humana a situaciones de riesgo en instalaciones eléctricas.
Electrificación limpia fortalece sostenibilidad del sector
La transición hacia sistemas energéticos de menor impacto ambiental gana terreno en la industria. La implementación de equipos de mayor eficiencia, tableros libres de gases nocivos, integración de energías renovables y microredes para zonas aisladas permite reducir la huella de carbono mientras se asegura el suministro eléctrico continuo. Esta evolución beneficia tanto a las operaciones mineras como a las comunidades cercanas y a transportistas que dependen de rutas e infraestructura vinculadas al sector.
El fortalecimiento de la infraestructura eléctrica, combinado con digitalización y automatización, permitirá que la minería peruana mantenga altos estándares de seguridad, eficiencia y sostenibilidad.

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