Hay un hecho que no se puede soslayar: es imprescindible el concurso de rescatistas profesionales en las industrias mineras, del gas y del petróleo. Sin embargo, es necesario hacer algunos ajustes para mejorar los rendimientos en esta actividad, asegura el instructor de rescates José Antonio Macías.
«He intercambiado muchos conocimientos así como estrategias de ataque y de trabajo, y me ha llamado la atención que, mientras más viajaba, más nombres de nudos aprendía. El único problema en este aprendizaje, es que estamos hablando de un mismo nudo que técnicamente tenía otro nombre, y de un sistema de poleas que no solo tenía otro nombre, sino que tenía también otro valor en cuanto a la física se refiere», explica Macías.
En nuestro país, los nudos cambian de nombre dependiendo del sitio geográfico en donde se desarrolle el trabajo de la empresa. En el plano nacional no se maneja una terminología uniforme respecto a los estándares internacionales. Así, el Nudo Ballestrinque, es llamado Nudo de Chancho en la sierra o Cochinudo en la selva. En otras partes del mundo es conocido también por Nudo del Barquero o Nudo de Clavija. José Macías manifiesta que debemos apuntar a construir un mismo vocabulario especializado en el ámbito nacional e internacional.
La tecnología avanza aceleradamente en el tema de cuerdas y herramientas con el objetivo supremo de la realización de rescates óptimos. No obstante, se siguen manteniendo equipos antiguos «por el temor de dar un paso adelante de la mano de la tecnología. Es corriente escuchar ‘no sé para que sirve’. En otros casos, se actúa así simplemente por desconocimiento», sostuvo Macías.
Actualmente, dependiendo del rescate, hay equipos que pueden ser utilizados hasta en tres actividades distintas sin necesidad de desconectarse de la cuerda. A pesar de eso, aún se pierde tiempo subiendo y bajando el conocido cordino con el nudo Prusik (Sistema Secundario de Seguridad), mientras se realiza el ascenso o descenso a un barranco o cuando se usa, en un acantilado, el Ocho con Orejas o el Nudo Dinámico.
La tecnología de hoy ofrece equipos conectados al anillo en «D» ubicado en la parte trasera del arnés, a la altura de los omóplatos, con un absorbedor de impacto y con los respectivos mosquetones de seguridad antes de iniciar la actividad. «Este equipo, utilizado para realizar trabajos en altura con cuerdas fijas, sube y baja con nosotros sin necesidad de tocarlo, mientras nos desplazamos para acercarnos a rescatar y estabilizar al paciente», puntualizó el especialista.
Este sistema es muy parecido al funcionamiento del cinturón de seguridad vehicular o al de un bloque retráctil. El dispositivo se activa sólo cuando existe una caída, un tirón, un impacto repentino o un desplazamiento a una velocidad mayor que la normal, deteniendo la caída según los fabricantes, en aproximadamente 30 centímetros. Todos estos avances han sido creados con la única finalidad de ofrecer al rescatista mayor seguridad reduciendo de manera notable el tiempo en toda la operación.
Rescate con cuerdas: el equipo y las empresas
Son parte del equipo diario de rescate las cuerdas dinámicas o semi estáticas, los mosquetones tipo D, tipo PERA o los tipo ovalines, los mosquetones con cierre de seguridad de tipo Rosca o tipo Twist Look, de acero o de aleación Zicral, ochos con orejas, Rack de barras, Asap, Jumars, arneses, cascos, guantes, frontales, cintas, sistemas de poleas.
Estos mecanismos deben de ser revisados por lo menos una vez por semana. En cuanto al tema de las cuerdas y los arneses (eslabones principales para un rescate con cuerdas), debemos indicar que su tiempo de vida depende del buen cuidado, almacenamiento, uso, mantenimiento y seguimiento que se le proporcione a estos mecanismos.
Empresas con estándares mundiales como la compañía de cuerdas Beal que produce Equipos de Protección Individual (EPI), han creado sistemas de control para las cuerdas insertando un microchip a través de la inserción de una jeringa especial. Allí se almacenan los datos de cada cuerda, tales como el número de serie del fabricante, modelo, longitud, color, diámetro, nombre del fabricante, identidad del propietario, fecha de fabricación, fecha de compra, fecha de la primera utilización, fecha de fin de vida útil teórica y fin de la garantía facilitada por el fabricante.
Así como BEAL se preocupa de sus cuerdas, DBI Sala también ha creado un óptimo sistema de seguimiento mediante la creación de un chip para el control de los arneses. Este sistema no es solo aplicable a los arneses de esta compañía, sino que es adaptable a otros arneses tan solo instalando un pequeño estuche como accesorio.
«Todas estas tecnologías inteligentes, fueron creadas para mejorar nuestros sistemas de control y darnos, en definitiva, mayor seguridad al momento de arriesgar nuestras vidas para salvar vidas», concluyó finalmente José Macías.
Artículo publicado en Seguridad Minera Nº55, entrevista realizada al instructor de rescate con cuerdas José Antonio Macías.
Foto: vertice.net.uy
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