[Por: José Morales Diego Marquina] Según el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), desde el año 2006 hasta el 2015 ha ocurrido un total de 896 incendios en las minas de nuestro país. Sin embargo, estas cifras no explican a detalle factores relevantes para interpretar la magnitud del incidente, como por ejemplo la causa, número de víctimas, severidad, pérdidas económicas, daños materiales, método de extinción del fuego o tiempo de restablecimiento de la zona afectada, entre otros factores.
En el Perú, los entes gubernamentales encargados de recolectar los informes de este tipo de incidentes son el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN) y el MINEM. No obstante, no existe un procesamiento de la información que genere una estadística detallada que ayude a la toma de decisiones sobre las medidas de protección contra incendios.
En el caso de nuestro país, existen distintas normativas que establecen bases sólidas en la protección y prevención contra incendios para diferentes sectores. Entre estas destacan el Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE) y los Decretos Supremos del sector hidrocarburos. Sin embargo, para el sector minero se cuenta únicamente con el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería (RSSOM). Este reglamento prácticamente no cuenta con artículos referentes a la prevención de incendios y reducción de la severidad.
Conceptos clave
Instituciones internacionales, como la National Fire Protection Association (NFPA) y la Society Of Fire Protection Engineers (SFPE), sugieren que debe realizarse un Fire Risk Assessment (FRA) para identificar los riesgos y determinar qué medidas de protección contra incendios, con el propósito de proteger la vida y la propiedad. El FRA se puede desarrollar con diferentes técnicas y estimaciones tales como, un método cualitativo, cuantitativo y semicuantitativo.
Según el RSSOM, se realizan cinco actividades principales en el sector minero: exploración, explotación, beneficio, transporte y almacenamiento. Cada uno de estos procesos cuentan con recursos críticos que, ante un eventual incendio, son capaces de afectar notablemente la continuidad de las operaciones, la cual involucra pérdidas económicas e incluso, daño a la vida del personal.
Método convencional
El sector minero, a través de los responsables de seguridad y salud ocupacional, realiza un FRA a través de una matriz de riesgo convencional. Esta matriz está compuesta por los vectores de probabilidad y severidad, los cuales permiten clasificar el riesgo en distintos niveles, tal como se muestra en la Figura 1. Además, se utiliza porque ofrece un acercamiento amigable para la percepción del riesgo ligado al conocimiento de dinámica del fuego, especialidad que no se estudia en el Perú.
Sin embargo, esta matriz presenta algunos inconvenientes. Por un lado, la definición de las escalas se realiza arbitrariamente. Por otro lado, los campos geométricamente similares presentan una incorrecta percepción de proporcionalidad. Finalmente, las distintas escalas de consecuencias que puede generar un único riesgo.
Metodología propuesta
Debido a que la metodología convencional presenta estas inexactitudes descritas, y por la falta de conceptos de ingeniería en la disciplina, es común ver evaluaciones sin un adecuado análisis de riesgo e incluso con una calificación inadecuada. Por esta razón, se propone una nueva metodología compuesta por tres fases de análisis que gestione correctamente el riesgo de incendio enfocándose en procesos y recursos críticos.
El análisis de impacto se basa en el método de Dow, el cual determina el índice de incendio, tal como se puede observar en la Figura 2. Esta metodología inicia con la identificación de los procesos o recursos que tienen el mayor impacto potencial de tener un incendio. Posteriormente, se evalúa la mayor carga combustible y se identifican las condiciones que puedan incrementar la severidad y contribuir a la probabilidad de que ocurra un incendio. Después, se determina el factor de peligro. Finalmente, se establece el índice de incendio como el producto del factor de material combustible y el factor de peligro.
El análisis exploratorio tiene como objetivo conocer la efectividad de las opciones de protección contra incendios. Según el método de Gretener, se establece una relación entre el riesgo inicial y las medidas de protección contra incendio. Este modelo establece índices para las medidas prescriptivas, especiales y resistencia al fuego. Con los resultados de este análisis, se escoge entre dos opciones de análisis de decisión para continuar con la metodología propuesta.
La primera opción, se desarrolla por medio de un modelo de optimización. Este es un proceso matemático que se establece en función a las limitaciones existentes entre el costo y beneficio de implementación de las medidas de protección. La segunda opción, se basa en un enfoque jerárquico, el cual se caracteriza por dividir las medidas de protección en niveles. Como resultado de este análisis, se obtiene una relación entre los atributos de las medidas de protección.
En conclusión, la normativa nacional es limitada y no obliga a las mineras a proteger y realizar un análisis de riesgo de incendio con una metodología adecuada. En cambio, la metodología propuesta establece un método de análisis semi cuantitativo enfocado al impacto en las operaciones y la continuidad del negocio, que determina la efectividad de las medidas de protección contra incendio propuestas. Además, brinda herramientas que pueden contribuir a la toma de decisiones (medidas de protección) a implementar en función al costo-beneficio. Por ello, se recomienda a las mineras a evaluar la necesidad y futuros beneficios de desarrollar un análisis de riesgo de incendio bajo esta metodología.
Escrito por: José Morales Diego Marquina.
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