La mejora continua forma parte del ADN de las organizaciones competitivas, como es el caso de Compañía de Minas Buenaventura. Con más de 60 años de presencia en la minería peruana, ha iniciado un ambicioso proyecto de gestión de riesgos críticos en seguridad de todas sus operaciones, al igual como lo hacen las compañías mineras de clase mundial.
Bajo el liderazgo de la alta dirección, la vicepresidencia de operaciones y gerentes corporativos, Buenaventura busca afianzar la protección de su personal. La tarea no es simple, pues sus unidades mineras subterráneas y de tajo abierto están ubicadas en varios departamentos del país, como Arequipa, Cajamarca, Cerro de Pasco, Huancavelica y Lima.
«Desde hace aproximadamente dos años, en Buenaventura estamos dando un renovado impulso a nuestro Sistema de Gestión de Seguridad», señala el Ing. Tomás Chaparro Díaz, Gerente Corporativo de Seguridad. Además de apuntalar la Seguridad como parte de sus valores, la compañía impulsa un nuevo enfoque en lo relativo a la participación de funcionarios y trabajadores, pero sobre todo una atención especial a la Gestión de Riesgos Críticos.
La estrategia denominada Gestión de Riesgos Críticos es un enfoque orientado a priorizar el control de aquellos riesgos que tienen el potencial de ocasionar un accidente mortal o incapacitante permanente. Pero, ¿cuáles son esos riesgos? Para identificarlos, la compañía apeló a las estadísticas.
Tras analizar cinco años de datos de accidentes mortales e incapacitantes en todas sus operaciones, así como de evaluar la severidad y frecuencia, se identificaron 10 riesgos críticos. «De esta manera, determinamos cuáles son los riesgos críticos de seguridad que tienen mayor impacto en la corporación y en los que debemos enfocarnos, sin dejar de lado otros de menor potencial», precisa el Ing. Chaparro.
Buenaventura definió los siguientes riesgos críticos: transporte de personal, izaje en piques, estabilidad de presas y depósitos, estabilidad del macizo rocoso, ventilación, explosivos, energía eléctrica, fajas transportadoras, operación de equipos y sustancias químicas. La gestión de estos riesgos ha sido asignada a gerentes de nivel corporativo, quienes son los que mejor conocen los procesos; mientras que en las unidades también se ha designado líderes para las actividades de control de cada uno de los riesgos.
La gestión de riesgos críticos tiene por objetivo involucrar a los funcionarios y está orientada a otorgar las condiciones físicas adecuadas en las cuales debe desempeñarse el trabajador. «La idea es que los funcionarios, quienes toman las decisiones, mapeen las necesidades, asignen los recursos y aseguren que se cumpla lo establecido en el plan de acción».
Normalmente, los controles implican inversiones planificadas en el tiempo y que actúen dentro del proceso. «A partir del 2017 hemos impulsado el concepto de considerar la seguridad como parte del proceso operativo y, por tanto, un accidente no es más que un problema de calidad de dicho proceso», manifiesta el Ing. Chaparro.
Algunas de las ideas fuerza de este cambio de perspectiva son:
- La seguridad no es un factor separado de la actividad productiva sino parte de ella.
- La seguridad debe considerarse como un parámetro de la calidad del proceso.
- La seguridad es transversal a toda la organización.
- La seguridad es parte de las funciones y responsabilidades del dueño del proceso.
- La seguridad debe integrarse con otros sistemas de gestión.
Con el enfoque de gestión de riesgos críticos, Buenaventura quiere alinearse con una de las mejores prácticas que se han vuelto estándar en las compañías mineras de clase mundial.
«El objetivo final es lograr cero accidentes mortales y aún nos queda mucho trabajo por hacer. Consideramos –revela el Ing. Chaparro– que la nueva estrategia es clave para lograr este objetivo».
Como valor central que promueve el respeto a la vida de sus colaboradores, Compañía de Minas Buenaventura viene desplegando estrategias que garanticen que la seguridad esté presente en todos sus procesos, operaciones y actividades. Una misión exigente para alcanzar un cultura de seguridad interdependiente y, en la cual, todos sus integrantes están comprometidos.
Deja un comentario