Los trabajadores mineros están expuestos a una amplia gama de peligros respiratorios, desde polvos minerales y metálicos que surgen de los procesos de producción y refinación hasta el humo de soldadura y partículas diésel. Por si esto no fuera poco, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha clasificado a muchos de los peligros respiratorios potenciales en la minería y la explotación de canteras como «Grupo 1» de los carcinógenos para el ser humano, junto con el asbesto, el benceno y el humo del tabaco.
Todas estas amenazas hacen que la prevención y el monitoreo de la salud de los trabajadores sean vitales para evitar enfermedades como neumoconiosis, bronquitis crónica, enfisema, entre otras. Debido a que las enfermedades pulmonares ocupacionales tardan varios años en aparecer, la detección temprana es fundamental para el bienestar del trabajador.
De acuerdo con la guía para la vigilancia de la salud respiratoria de los mineros en Queensland, el trabajador debe ser evaluado antes de que se una o reincorpore a las operaciones mineras. El período máximo de cada evaluación no debe ser superior a cinco años y la frecuencia debe ser establecida por un experto de la salud. La evaluación médica se repite cuando el trabajador se retira permanentemente de la industria. No es necesario hacer la evaluación respiratoria al trabajador si cambia de área, a menos que los riesgos cambien o su último análisis deba actualizarse.
La guía precisa que las siguientes evaluaciones deben ser obligatorias para una adecuada vigilancia a la salud respiratoria de los trabajadores:
- Examen de tórax: la prueba debe consistir en una auscultación y evaluación de la expansión del tórax.
- Radiografía de tórax: la imagen debe ser captada digitalmente con la posición posterior-anterior. La captura deberá ser comparada con imágenes anteriores cuando estén disponibles.
- Más lectura de la radiografía de tórax: la guía recomienda una lectura independiente de la radiografía y después hacer las comparaciones con las capturas pasadas. De haber concordancia, el resultado se considera definitivo; caso contrario, un tercer evaluador independiente determinará la evaluación.
- Espirometría: la evaluación deberá ser comparativa si hay registro de uno o más pruebas anteriores del trabajador.
- Examinación adicional: el médico apropiado debe realizar los exámenes adicionales necesarios para realizar un seguimiento e investigar anomalías para garantizar la detección temprana y el diagnóstico de lesiones o enfermedades en el sistema respiratorio de la persona. Por ejemplo, una de estas pruebas puede ser el TCAR (tomografía computarizada de alta resolución), que deberá ser inmediata incluso si es después de la fecha de presentación del informe.
- Documentación: la presentación de resultados deberá ser por separado. Los hallazgos clínicos de los exámenes de vigilancia de la salud respiratoria deben añadirse en el formulario de examen médico en una sección diferente a las enfermedades detectadas en el análisis.
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