[Editorial Seguridad Minera Edición 150] A inicios de año, el Ministro de Energía y Minas entregó al Presidente de la República la «Visión de la Minería al 2030», documento elaborado por personalidades del Estado, la sociedad civil, empresa privada y academia, convocadas por el Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas Rimay.
La visión proyecta que «Al 2030, la minería en el Perú es inclusiva, está integrada social, ambiental y territorialmente, en un marco de buena gobernanza y desarrollo sostenible. Se ha consolidado como una actividad competitiva e innovadora y goza de la valoración de toda la sociedad».
Observamos que uno de los atributos de la minería peruana de la próxima década será su competitividad e innovación. La visión afirma que estará «en el cuartil más favorable de costos y productividad a nivel mundial, promoviendo la innovación y posicionándose como un referente en seguridad ocupacional. Para ello, reduce las brechas de capacitación de los trabajadores, e invierte en investigación, desarrollo e innovación en toda la cadena de valor minera».
La inclusión de la seguridad ocupacional en la visión al 2030 señala la importancia del cuidado de los trabajadores y enmarca los retos que consideramos tiene la minería peruana en este campo: desarrollar el liderazgo y la cultura de ejecutivos, profesionales y trabajadores mineros en seguridad y salud; desarrollar nuevos métodos de explotación para reducir la exposición de trabajadores y el uso de nuevas tecnologías en las operaciones.
La importancia de tener una visión de la minería está fuera de duda. Por ello, se requiere socializarla, discutirla y asimilarla en todos los estamentos del sector minero y en todas las instancias del Estado y de la sociedad civil. Una visión compartida será lo mejor que pueda ocurrir a nuestro país.
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