Muchos trabajadores se enfrentan a problemas en los pies o las piernas debido al calzado inadecuado o porque se ven obligados a permanecer de pie durante demasiado tiempo. Los pies soportan la peor parte de la vida laboral diaria. Estar mucho tiempo de pie, calzado mal ajustado, tacones altos, superficies resbaladizas y caída de objetos son solo algunos de los peligros a los que se exponen los pies en el lugar de trabajo.
En el Reino Unido se estima que alrededor del 80% de la población adulta tiene algún tipo de problema en los pies. Esto puede variar desde dolores y molestias, hinchazón y callos hasta infecciones fúngicas y venas varicosas. Si bien no todos estos son el resultado de actividades laborales, una gran proporción lo es. Los pies están expuestos a muchos peligros en el trabajo y los riesgos se puede controlar si los empleadores toman medidas sencillas y directas para proteger a sus trabajadores.
El mayor riesgo probablemente proviene de resbalones y tropiezos. Esto puede deberse a un calzado inapropiado, pero a menudo el problema no está solo en el calzado sino en la superficie real. Los empleadores deben asegurarse de que los pisos se mantengan limpios y secos y, cuando eso no sea posible, es posible que sea necesario instalar pisos especiales.
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