La voladura de rocas se considera un trabajo de alto riesgo, si bien su índice de frecuencia en relación con otros tipos de accidentes es menor, su índice de gravedad es mucho mayor, generalmente con consecuencias muy graves que no solamente afectan al trabajador causante de la falla, sino también a las demás personas, equipos e instalaciones que le rodean.
Según estadísticas en el ámbito mundial, los accidentes con explosivos se producen mayormente por actos inseguros de los operarios, que por condiciones inseguras.
La inexperiencia o negligencia por un lado y el exceso de confianza por el otro han mostrado ser motivo del 80 a 90% de los accidentes.
Aunque no es razón primordial tratar el aspecto personal, hay al menos 10 factores humanos que causan accidentes, en el caso especial de la manipulación de explosivos y voladura, deben ser tomados muy en cuenta por todos los involucrados, especialmente por los supervisores responsables de la voladura; estos son:
1. Negligencia: dejar de lado las normas de seguridad establecidas. No cumplir con las instrucciones recibidas. Permitir el trabajo de personas no capacitadas o dejarlas actuar sin supervisión. Dejar abandonados restos de explosivos o accesorios sobrantes del disparo.
2. Ira, mal humor; consumo de alcohol y drogas contribuyen a que la persona actúe irracionalmente y que desdeñe el sentido común.
3. Decisiones precipitadas: actuar sin pensar o muy apresuradamente conduce a actitudes peligrosas.
4. Indiferencia: descuido, falta de atención; no estar alerta o soñar despierto induce a cometer errores en el trabajo.
5. Distracción: interrupciones por otros cuando se están realizando tareas delicadas o peligrosas, problemas familiares, bromas pesadas, mal estado de salud.
6. Curiosidad: hacer una cosa desconocida simplemente para saber si lo que pasa es riesgoso, siempre preguntar a quien sabe.
7. Instrucción inadecuada, ignorancia: en este caso una persona sin entrenar o mal entrenada es un riesgo potencial de accidentes.
8. Malos hábitos de trabajo: persistencia en cometer fallas señaladas a pesar de las recomendaciones impartidas, no usar los implementos de norma, desorden.
9. Exceso de confianza: correr riesgos innecesarios por comportamiento machista, rebeldía o indisciplina, demasiado confiado o muy orgulloso para aceptar recomendaciones.
10. Falta de planificación: se resume en el actuar de dos o más personas, cada una de ellas dependiendo de la otra para realizar algo que nunca se realiza.
Todo supervisor debe tener presente que los accidentes ocurren inesperadamente, pero que son previsibles; que la capacitación constante y adecuada es condición «sine qua non» para la seguridad, y que el trabajo es de equipo, con responsabilidad compartida. Debe actuar siempre con criterio y responsabilidad, tener experiencia en el trabajo, buen trato al personal pero con posición de autoridad y ser perseverante en el seguimiento detallado de todas las etapas del trabajo.
Debe conocer las normas y reglamentos de trabajo y seguridad internos y oficiales vigentes, las características y especificaciones de los explosivos y demás insumos que emplea y las condiciones de los frentes de trabajo (ventilación, estabilidad, accesibilidad, vigilancia y demás). En voladura una sola persona debe ser responsable de todo el proceso de disparo; delegará funciones, pero al final, todos deben coordinar con él e informarle verazmente todos los detalles a su cargo.
[typography font=»Cuprum» size=»24″ size_format=»px»]Utilización de Explosivos Comerciales[/typography]
El empleo de explosivos en minería, obras de construcción, demolición y otros casos especiales, están normados en todo el mundo por reglamentos específicos en cada país y para algunos casos, como el de transporte marítimo o aéreo internacional, por normas específicas como las de Bruselas (NABANDINA).
En el Perú corresponden a la DICSCAMEC «Reglamento de Control de Explosivos de uso civil» con sus modificaciones y ampliaciones en emergencia, importación y comercialización, transporte y la circular de verificación, más la Ley General de Minería, con su Reglamento de Seguridad e Higiene Minera, sección explosivos, que todo usuario debe conocer y aplicar, y sobre los que se hace los siguientes comentarios generales:
[typography font=»Cuprum» size=»20″ size_format=»px»]Transporte de Explosivos y Detonadores[/typography]
En el transporte es fundamental reducir los riesgos de incendio, detonación, robo y manipuleo por personas no autorizadas; debe ser efectuado solamente por personas competentes con suficiente conocimiento de su sensibilidad y efectuarse sólo en vehículos en perfectas condiciones de rodaje, llevando los banderines, extintores y demás implementos de reglamento. Los explosivos transportados en camión abierto deberán cubrirse con una lona tanto para prevenir pérdidas como el deterioro por lluvia.
Se evitará el maltrato del material por los operarios encargados de cargar o descargar el vehículo, los que muchas veces por desconocimiento o apuro arrojan las cajas al suelo o las estiban desordenadamente. Los agentes de voladura tipo ANFO o emulsión a pesar de tener menor sensibilidad que las dinamitas y las emulsiones e hidrogeles (sensibilizados al detonador y explosiones fortuitas) por necesitar mayor energía para el arranque, no dejan de ser explosivos, y deben ser tratados con las mismas normas de cuidado. Cualquier detonador o retardo independientemente de su construcción es muy sensible al daño mecánico y debe ser tratado con mucho cuidado.
Una de las más severas prohibiciones es la que señala que no se transportará ni almacenará explosivos junto con iniciadores de ningún tipo. Existen tablas de compatibilidad de productos explosivos para su transporte y almacenaje, y símbolos pictóricos para el etiquetado y el rotulado de su embalaje (ITINTEC P-339.015; IATA/ OACI; ONU;DOT/USA).
Por otro lado, el traslado de explosivos y detonadores con personal, desde las bodegas o polvorines de mina hasta los frentes de trabajo, debe efectuarse en forma separada, manteniendo prudencial distancia entre ellos; por ningún motivo los portadores se detendrán para observar cosas, ayudar a otros trabajadores o simplemente conversar; nunca deben dejar el material en otro lugar que el de trabajo.
Los manojos de guías «armadas» no se deben golpear ni arrojar imprudentemente al piso. No se debe transportar explosivos sobre las locomotoras, ni permitir que contacten con líneas eléctricas activas. Durante la carga y descarga de vehículos debe apagarse el motor y sólo permanecerá alrededor el personal autorizado (mínimo 50 m para cualquier otra actividad).
[typography font=»Cuprum» size=»20″ size_format=»px»]Almacenaje de explosivos en la mina u obra[/typography]
A. Polvorines
Los explosivos deben guardarse en locales adecuados, protegidos y con acceso limitado, denominados «polvorines» que pueden ser construidos en superficie o excavados como bodegas subterráneas.
La regla principal es estar seguro de que su explosión fortuita no pueda causar daños a personas e instalaciones. Esto significa que explosivos y detonadores deben ser almacenados de tal modo que sean inaccesibles a personas no autorizadas y que estarán protegidos contra eventos adversos y desastres naturales e incendios.
Varios factores influyen en el diseño y ubicación de los polvorines, entre ellos: la proximidad a áreas de trabajo de servicios, carreteras, vías férreas, líneas eléctricas troncales, áreas desoladas o de vivienda, disponibilidad de protección natural del terreno o necesidad de hacer parapetos adecuados. También la posibilidad de que estén planificadas futuras construcciones en el área propuesta para instalar el polvorín.
Los de superficie deben ser construidos con materiales que, en caso de explosión, se desintegren fácilmente para no causar daños a otras instalaciones y en los parajes con frecuentes tempestades eléctricas deben contar con pararrayos permanentes. Los subterráneos deben quedar lejos de los frentes de trabajo y de las instalaciones permanentes de subsuelo, estar protegidos contra filtraciones, inundación y desplomes. En caso de explosión no deberán colapsar los accesos a las zonas propias de laboreo.
La construcción y ubicación de polvorines y el transporte de materiales explosivos está generalmente especificado por reglamentos. En el Perú corresponden a la DICSCAMEC, cuyo Reglamento en su Capítulo 5 – Almacenaje, clasifica a los explosivos en 4 categorías y 5 grupos para determinar las distancias mínimas entre polvorines y otras instalaciones, de acuerdo a las cantidades máximas de explosivo depositadas.
Una vez ubicado el polvorín debe estimarse el grado de daño que podría ocurrir si se produce una explosión total del material almacenado. Si se trata de dos o más es importante que no estén ubicados muy cerca entre sí, ya que la detonación de uno puede muy fácilmente transmitirse a los otros, incrementando los daños.
B. Almacenaje
Normalmente se prohíbe almacenar juntos explosivos y detonadores, que deberán guardarse en depósitos independientes y separados a distancia prudencial, tanto si se trata de los polvorines principales como de los auxiliares o «bodegas de mina», debiendo establecerse además que no se almacenarán combustibles ni otros materiales junto con los explosivos. Tampoco podrá efectuarse trabajos de ninguna clase en los polvorines, aparte de los de traslado y acomodo del material, refiriéndose esto especialmente al «encapsulado» o preparación de guías.
No deben tenerse juntos el cordón detonante y los detonadores o retardadores. Los polvorines deben ser instalados detal manera que los explosivos almacenados queden protegidos del fuego, robo y deterioro. El ambiente debe ser seco, limpio y bien ventilado; deben contar con extintor en buenas condiciones, con cerraduras inviolables y con vigilancia efectiva.
No se permitirá fumar o hacer fuego en un polvorín o en su alrededor, debiendo tener los avisos de peligro correspondientes. Cada producto deberá almacenarse de acuerdo a las recomendaciones del fabricante y a los reglamentos vigentes; las cajas se apilarán por lotes, dejando espacios libres para ventilación (0,6 m a 1m).
Teniendo en cuenta que el tiempo afecta a la vida útil de todos los explosivos y accesorios de voladura, se recomienda despachar siempre los lotes más antiguos hasta agotarlos para reponerlos secuentemente con los más recientes. Para esto es importante llevar un control de despachos detallado y actualizado.
Foto: Pyromaster
Fuente: «Manual práctico de voladura». Cuarta edición. Publicado por EXSA.
MAJESTIC SERVICES S.A. DE C.V. dice
distancia recomendada entre el almacenaje de iniciadores y alto explosivo
Seguridad Minera dice
No contamos con la información, pero podemos considerarla para una entrevista a algún especialista en el tema. Muchas gracias por dejarnos su consulta.