Una de los peores emergencias en la industria minera son las fallas en la instalación de manejo de relaves, debido a que pueden conducir a grandes catástrofes ambientales con efectos devastadores en los seres humanos y el medio ambiente sin importar las fronteras. La rotura de una presa de relaves en una instalación minera en Baia Mare (Rumanía) en el 2000, el derrame de lodos de aluminio en Kolontar (Hungría) en 2010 y el accidente de Talvivaara Mining Company (Finlandia) en 2012 hacen que el sector minero siga desarrollando la gestión de relaves según los mejores estándares internacionales.
En respuesta a esta necesidad, los países miembros de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) decidieron desarrollar conjuntamente directrices de seguridad y buenas prácticas para la gestión de instalaciones de relaves en virtud de dos convenciones de la CEPE: el de efectos transfronterizos de accidentes industriales (Convenio sobre accidentes industriales) y el de la protección y el uso de los cursos de agua transfronterizos y lagos internacionales (Convenio sobre el agua).
Cabe precisar que las directrices de seguridad y las buenas prácticas fueron respaldadas por el Conference of the Parties to the Industrial Accidents Convention y el Meeting of the Parties to the Water Convention, ambos eventos celebrados en 2008 y 2009, respectivamente.
Entre los principios de seguridad para las instalaciones de manejo de relaves (TMF), tenemos la responsabilidad de los gobiernos por crear un marco administrativo para el desarrollo, la operación segura y desmantelamiento del TMF, así como la planificación de las instalaciones con un enfoque «caso por caso», teniendo en cuenta las variaciones climáticas e hidrológicas, topográficas, geológicas, etc.
«[La guía destaca los] aspectos a considerar para lograr un nivel aceptable de seguridad mediante la aplicación de diferentes políticas, medidas y metodologías. No obstante, se alienta a los propietarios y operadores a aplicar procedimientos y salvaguardias adicionales de acuerdo con las evaluaciones locales para lograr el más alto nivel práctico de rendimiento de su TMF», precisa la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.
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