Investigadores de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicaron una guía metodológica de cierre de minas, cuyo objetivo principal es servir como una herramienta de gestión para mejorar la planificación e implementación del cierre.
«El cierre y poscierre planificado de las minas contribuye a evitar o minimizar los impactos medioambientales, físicos, sociales y económicos negativos a largo plazo, y dejar un terreno lo más estable, seguro y apto para un uso posterior. Adicionalmente el cierre debería incorporar la identificación de oportunidades y de potenciales beneficios para el desarrollo local y el bienestar de las comunidades aledañas y de los ecosistemas circundantes», precisa el documento.
La guía parte de que el cierre debe planificarse desde el inicio de la actividad minera para evitar que al momento del cierre existan aún sitios contaminados y se deban implementar medidas de cierre costosas y de largo tratamiento. El plan debe contener acciones ambientales, sociales y legales que la empresa minera deberá realizar para el proceso. También puede ser necesario realizar investigaciones y estudios para identificar la contaminación potencial y confirmar que los resultados y criterios acordados se hayan cumplido de acuerdo a lo proyectado.
Tipos de plan de cierre
El Plan de cierre conceptual es el documento inicial que se realiza al comienzo de la planificación, y que se presenta a la autoridad correspondiente anterior a la etapa de construcción. El nivel de información existente y el detalle de contenidos es bajo, pero debe contener información sobre consideraciones ambientales (línea de base del entorno) y sociales, la planificación de las estrategias que conducirán a los objetivos de cierre, vida útil, cronograma de actividades de cierre, garantías, actividades de cierre, programa de poscierre y mantenimiento de medidas de cierre en el largo plazo.
El Plan de cierre detallado es el documento que se genera de las actualizaciones periódicas del plan, este debe ser ajustado a medida que avanza la operación de la mina, incorporando información detallada que permita dar mayor certeza a los objetivos y actividades de cierre. Se caracteriza por contener metodologías a ser adoptadas, fija metas específicas, determina acciones de cierre a realizar, define procesos de seguimiento y validación.
El Plan de cierre temporal se debe presentar previo a la paralización temporal de las actividades de la mina, la detención se puede ocasionar por la baja de precio de los metales, cambios de políticas, acciones judiciales o administrativas, falta de agua u otros imprevistos. El plan de cierre temporal debe considerar acciones de monitoreo, mantenimiento y realización de actividades tendientes a suspender la operación de la mina por un tiempo determinado, con el objetivo de mantener condiciones ambientales y sociales óptimas durante la paralización.
El Plan de cierre anticipado es el cese de las actividades de la mina que ocurre antes del término de la vida útil de la mina, este cierre anticipado se ocasiona por hechos no planeados o imprevistos, y dependiendo de la magnitud de estos imprevistos la empresa podría decidir no reiniciar la actividad minera.
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